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Lunes 13 de Mayo de 2019
La iniciativa es desarrollada por el Centro Integral para el Envejecimiento Feliz, CIEF UANDES, y tiene su plan piloto en la comuna de Puente Alto.
“Ser embajador de la felicidad es un compromiso que yo he adquirido, es ser un puente de control, de ánimo para mi grupo. Poder entregar lo mejor de mí, que todo esto sea agradable, hasta en los momentos difíciles”, indicó Iván Díaz, uno de los 35 adultos mayores de la comuna de Puente Alto que se graduó como “Embajador de la felicidad”.
La iniciativa, realizada por el Centro Integral para el Envejecimiento Feliz, CIEF, es liderada por la doctora María Teresa Valenzuela, Vicedecana de Investigación y Postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes y directora Ejecutiva de CIEF.
El proyecto, pionero en Chile y en América Latina, está especializado en la investigación de intervenciones que contribuyan al bienestar integral de adultos mayores en situación de vulnerabilidad, capacitando a sus principales líderes y convirtiéndolos en “Embajadores de la Felicidad”, en un país donde la esperanza de vida se ha ido prolongando.
“Ellos van a facilitar que todas las actividades que han desarrollado perduren con sus vecinos; que nadie sienta soledad, que todos se sientan acompañados, formando una red. Les entregamos herramientas de liderazgo, comunicación, de resolución de conflictos y para que puedan reconocer el estado anímico de sus pares. Esto, sin lugar a dudas, es lo que necesita nuestro país, para que nadie quede abandonado en un hogar”, aseguró la Directora Ejecutiva de CIEF, María Teresa Valenzuela.
Los más entusiasmados con este programa son los embajadores, que además de aprender, han vuelto a recobrar la confianza, como explica Gabriela Pavez: “Tenemos que entregar mucho de nuestra parte para tener armonía en un grupo. Lo que más me gusta de ser embajadora, es que aprendí bastante a desenvolverme y a tener más personalidad”.