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Lunes 18 de Octubre de 2021
Cerca de 12 hectáreas de terreno de la Universidad de los Andes son administradas por la Asociación Parque Cordillera desde fines de 2018, con el fin de proporcionar una gestión correcta y segura para ayudar a cuidar de la fauna y del bosque esclerófilo que habita en el lugar, así como también de las personas que acuden a realizar actividades en el sector.
La Plaza, nombre de la avenida en la que se encuentra la entrada del ESE Business School y de la Clínica Universidad de los Andes, no termina con el fin de la estrada, si no que continúa en el ingreso al Parque Cordillera, nombrando a ese sector como Parque La Plaza Sur, en la comuna de Las Condes.
Dicha zona que cuenta con senderos que dirigen a cerros como el Morro Las Papas o el Alto Las Vizcachas, que en los últimos años se ha convertido en un lugar en el que los vecinos realizan actividades al aire libre como trekking o mountainbike, corresponde a un proyecto realizado entre la Asociación Parque Cordillera (APC)- entidad sin fines de lucro que agrupa a siete municipios con territorio montañoso y que trabaja para conservar y proteger los recursos naturales cordilleranos de la región Metropolitana- y la Universidad de los Andes, entre otros propietarios de la precordillera que han, al igual que la Universidad, entregado en administración estos territorios a la entidad.
Y es que preservar el entorno en el que se ubica es de gran importancia para la UANDES. Sabiendo que en la región Metropolitana se encuentra un tipo de flora que es única en el mundo, que conforma el bosque esclerófilo y que cuidarla es clave para mitigar el avance del cambio climático, y comprometida con las futuras generaciones, la casa de estudios firmó a fines de 2018 un convenio con la Asociación Parque Cordillera con el fin de que dicha entidad administre cerca de 12 hectáreas propias de la UANDES con el objetivo de proporcionar una gestión correcta y segura del lugar.
Así, sólo en 2021, un promedio de 6.500 personas ha ingresado a la montaña a través del Parque La Plaza Sur, significando un aumento de casi seis veces más que en 2019, cuando comenzó a operar, “considerando que cada año ha tenido singularidades propias en la cantidad de meses o temporadas abiertas por los diferentes sucesos acontecidos en los últimos tres años”, según afirma la directora ejecutiva del Parque Cordillera, Deborah Raby.
Por otro lado, para preservar el entorno, cuidar del medio ambiente y evitar la erosión del suelo, Parque Cordillera está mejorando la red de senderos, llevándolos a los estándares de calidad del resto de los parques de la asociación, lo que permite que no se creen otras huellas que puedan perjudicar la flora y la fauna del lugar, así como también está desarrollando un proyecto de paisajismo y plantación con ejemplares nativos, que contará con un sistema de riego que permitirá paliar los efectos ocasionados por la sequía prolongada en la última década.
A su vez, para entregarle una mejor experiencia a quienes frecuenten Parque La Plaza Sur, la entidad está construyendo un edificio de administración y uso público que considera cafetería, baños y oficinas, así como también estacionamientos, mejores accesos y cierres.
También, durante estos años “en la medida que las restricciones sanitarias así lo han permitido, se han realizado diversos talleres gratuitos de trekking e introducción a las técnicas de marcha dirigidos a la comunidad con el objetivo de crear cultura de montaña, como también diversas salidas de educación ambiental insertas dentro de los programas de educación de la asociación”, cuenta la directora.
Un ejemplo de aquello es la salida a terreno que tiene preparada la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes bajo su ciclo “El ser humano y la exploración”, en el que el sábado 23 de octubre se pondrá en práctica el conocimiento de lo exterior como correlato del autoconocimiento, con una excursión al Morro Las Papas.
Creando cultura de montaña
“La montaña se ha hecho mucho más conocida y no todos los que acuden a ella saben cómo comportarse correctamente”, asegura Deborah Raby. Es por eso que, en los próximos días, la APC dará por iniciada la temporada de verano de montaña con el fin de crear cultura y conciencia sobre los cuidados que se tienen que tener al visitar el sector.
Por un lado, está la prevención de incendios. Debido a la prolongada sequía que afecta la zona central del país desde hace un poco más de diez años, las especies vegetales que habitan en ella se encuentran bajo estrés hídrico, e incluso muchas de ellas se han secado. Es por eso que con la llegada del calor y la poca humedad en el ambiente, se genera un escenario propicio para los incendios rurales.
Es por eso, que la APC realizará diversas acciones de prevención y educación, para que todos aquellos que visiten el parque tomen conocimiento de cómo evitar los incendios.
Además de cuidar el medio ambiente, también se busca cuidar a la ciudadanía. Así, la entidad entrega servicio de información, seguridad, rescate, limpieza y soberanía del área todos los días del año, de 8:00 a 18:00 horas, a través de sus guardaparques, con excepción de las temporadas en que se ha decretado cuarentena.
Asimismo, durante esta nueva temporada de verano, se invitará a quienes acudan a realizar actividades al aire libre a autocuidarse. “A través de simples recomendaciones la APC busca crear cultura de vida al aire libre en la comunidad, entregando las herramientas necesarias para que cada persona que suba a la montaña esté preparada para la actividad y, al final de la jornada, lograr que la experiencia sea positiva, enriquecedora e inolvidable, poniendo en valor el territorio y toda la inmensa riqueza y potencial que posee”, comenta Raby.
Beneficios para la Comunidad UANDES
El convenio contempla, además, beneficios para la Comunidad UANDES, ya sean alumnos, alumni profesores, administrativos y sus familias. Todos aquellos que demuestren su calidad mediante la credencial de la Universidad, quedarán libres del cobro de la entrada al Parque La Plaza Sur, una vez que se termine el periodo de marcha blanca.
Para Gustavo Rosenthal, trabajador de la Universidad de los Andes y recurrente visitante del parque cuando realiza mountainbike, “este tipo de alianzas son súper necesarias para que nosotros podamos tener acceso a los cerros, para poder hacer deporte al aire libre, pero respetando la naturaleza que nos rodea. Ayudan a minimizar el impacto que nosotros tenemos en los cerros cuando vamos a disfrutar de la naturaleza”.