NOMINACIÓN PREMIO DAISY
¿Quiere destacar a su profesor, tutor clínico o estudiante de enfermería – obstetricia?
El Premio Fundación DAISY, es un reconocimiento internacional al cuidado compasivo que entrega el personal de enfermería cada día a pacientes y sus familias. La Fundación DAISY fue creada por la familia de J. Patrick Barnes, fallecido en 1999 a consecuencia de complicaciones de una enfermedad autoimmune. Su familia valoró profundamente la dedicación y el cariño que los enfermeros le otorgaron durante la hospitalización y después de su fallecimiento, quisieron agradecer públicamente a quiénes lo habían cuidado. Actualmente la Fundación ha extendido su reconocimiento a las Facultades de Enfermería y Obstetricia para destacar sus contribuciones en la formación de nuevos profesionales al servicio del cuidado de las personas.
¡COMPARTA SU HISTORIA CON NOSOTROS!
Agradecimientos de pacientes y equipos de salud / Premio Daisy
La compasión, el trato humano, el respeto a la dignidad de las personas, el trabajo bien hecho y la búsqueda de la verdad son los valores de nuestro sello que nos mueven. Con orgullo queremos dar a conocer relatos de reconocimiento y gratitud a nuestros profesores y estudiantes.
“Estuve hospitalizado en el Hospital militar desde el 9 al miércoles 20 de octubre, por una neumonía que me tuvo un poco complicado, pero que en algunos días donde me tocó interactuar con alumnos y profesora me di cuenta del buen trato y cuidado que tenían con los pacientes, sobre todo en momentos donde uno está en un estado tan vulnerable y que claramente no está acostumbrado a depender tanto de otra persona. Por todo lo anterior me gustaría destacar a la enfermera María Teresa Segovia y las alumnas que la acompañaban en ese periodo de tiempo”.
Juan Valenzuela Arellano
Paciente Hospital Militar
“Me gustaría entregar el feedback de una alumna que llamó mi atención, Carla Salazar. De todas las alumnas que han pasado por CMA este año, ella ha marcado una diferencia, pues su nivel de preparación es claramente superior, excelente actitud, proactiva, con ganas reales de aprender y sacar el máximo provecho a sus experiencias. Como alumni, me enorgullece ver que una alumna como ella represente a la UANDES en Dávila”.
Katalina Mora
Enfermera supervisora de Hospitalización Transitoria de Clínica Dávila
“Hubo una resistencia en mi fuero interno por exponer la desnudez de un viejo, sin embargo, el poder de convencimiento, la jovialidad, de la profesora doblegaron mi resistencia. El spa en lo físico y material no fue sino un baño asistido de una madurez y calidad humana y sanidad espiritual buscada tanto por Francisca como por Carolina permitió no solo recuperarme de varios días sin ducha, un aseo propio del hospital, sino que me demostró los efectos de vuestra actitud, sencillez, calidez, respeto y quizás cuantas cosas más iban a poner en mi alma. Como recordarán las tres, con posterioridad mi carácter cambió y junto a mostrar ganas de vivir, pasando de la apatía de estar en cama a recuperar mi autovalencia que hasta ese momento estaba muy disminuida. También mi sensibilidad cambió enormemente en las siguientes oportunidades en que conversamos se dieron momentos en que no pude contener las lágrimas y me quebré no de pena, sino de un tipo de felicidad que no conocía y una emotividad que no recuerdo haber experimentado antes. Agradezco a la profesora Carolina Arias y a sus alumnas Francisca Herrera, Carolina Cancino y Aldana Arias sin olvidar a un grupo de otras alumnas que prepararon un instructivo para bien manejarme en el usa de la, sonda Foley, me dieron la oportunidad de recuperar mi calidez, despertar mi sensibilidad y recuperar el sentido de la vida. Agradezco lo obrado y valor de este grupo de alumnas que se sobrepusieron a vergüenzas con una actitud muy madura, incluso para su edad, actuaron con profunda fe cristiana ayudando sin buscar otra recompensa que el reconocimiento del cumplimiento de la tarea asignada”.
Paciente oncológico de 75 años
“Mi madre ha estado internada desde el sábado 14 de agosto y ella es de Misa diaria y le gusta rezar el Rosario todos los días y en la habitación no había control remoto, el cual pedimos en varias oportunidades y nadie trajo ninguno. Ella se preocupó encarecidamente de darle tranquilidad a mi madre en su lado espiritual, consiguiendo un control remoto para que pueda escuchar la Misa y para rezar el Rosario (que le gusta hacerlo junto con el canal católico a las 07:00 am) además le comentó que hay personas que vienen a dar la comunión y un sacerdote que la podía confesar y dar la Unción de los Enfermos, lo cual a mi madre le dio una gran alegría y tranquilidad. Carolina se preocupó de avisar en el turno que el sacerdote pasara y siempre estuvo muy atenta a las necesidades de mi madre, lo cual agradezco infinitamente. Si bien lo que tenía complicada a mi madre no era un aspecto de su salud, Carolina entendió y atendió a la necesidad espiritual de mi madre dándole la tranquilidad que ella necesitaba, puesto que su espiritualidad es extremadamente importante. Agradecemos de todo corazón a Carolina por haber tenido la sensibilidad de atender su lado espiritual”.
Mónica Pérez
Hija de paciente Clínica UANDES