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Martes 28 de Diciembre de 2021
La alumni cuenta su testimonio de madre y enfermera que ha vivido de cerca las Altas Capacidades Intelectuales, que afectan a los niños en su adaptación con sus pares.
La alumni de Enfermería tiene un hijo de 9 años que tiene una condición llamada “Alta Capacidad Intelectual”, que provoca alta vulnerabilidad y exigencias en los niños para poder adaptarse a un entorno que no está a su ritmo debido a su avanzada capacidad cognitiva y su exacerbada intensidad emocional. Hace 2 años Giselle decidió dedicarse exclusivamente a este tema con perfeccionamiento académico, haciendo un diplomado impartido por la Escuela de Pedagogía de la UANDES y formando parte de una agrupación de padres. Creó la Fundación Altas Capacidades Chile – Abrazando el Talento, junto a otras madres.
¿Qué significa ser padres de un niños con altas capacidades intelectuales?
Las Altas Capacidades (AACC) no son tan infrecuentes como la mayoría de las personas cree, ocurren entre un 10% y 15% de la población y no distinguen género, condición social, o etnia. En inglés el término para definir a un niño o niña de AACC es “Intellectually Gifted” o simplemente “Gifted”. Nuestros niños efectivamente nacen con una mente diferente, con un “regalo”, razonan, procesan la información, ven el mundo y principalmente sienten de manera diferente en comparación a los niños de su edad. Sus mentes, su corazón y sus sentidos son únicos y muy intensos, por lo que para las familias la crianza es una tarea de amor, asombro, paciencia y aprendizaje infinito.
En el día a día las familias buscamos un espacio para nuestros niños, comprensión, pero principalmente sensibilizar y educar acerca de esta temática, que es relativamente nueva en Chile, pero ya bastante antigua y estudiada en gran parte del mundo.
¿Cómo nace el desafío de crear la Fundación y cómo han sido los resultados?
La fundación nace desde la necesidad de las familias por encontrar un espacio de contención, información, detección y acción, básicamente encontrar las respuestas que tanto necesitamos. Actualmente nos agrupamos más de doscientas familias a lo largo de todo Chile.
Buscamos visibilizar, sensibilizar y educar en la temática, ya que el sistema escolar actual carece de herramientas para atender la alta capacidad, esto se traduce en un enorme sufrimiento para los niños y sus familias, sin dejar de mencionar un porcentaje cada vez mayor de deserción escolar. Prácticamente ninguna carrera de pregrado y que estén ligadas a la atención de la infancia, aborda la AACC en sus mallas curriculares, por lo que se perpetúa el ciclo de “no saber qué hacer”.
En términos de resultados hemos avanzado muchísimo, hemos hecho un fuerte esfuerzo en mostrar la temática en los medios de comunicación y RRSS, así como crear lazos y nexos importantes con los ocho programas de Talento Académico existentes en nuestro país, de esta manera se conforma la Red Chilena por la Alta Capacidad.
La finalidad siempre es la misma, la felicidad de nuestros hijos y que nuestro país despierte y vea todo el potencial humano que se pierde en el camino, ya que muchos fracasan y los que no, tienen un camino muy difícil en un país que no ve este potencial lo maravilloso que son estos niños.
¿Cuáles son nuestros desafíos como sociedad para contribuir con la inclusión?
La evidencia de largos años de investigación internacional y nacional señalan que las Altas Capacidades son una necesidad educativa especial (NEE) en el mundo desarrollado y en muchos países del cono sur se abordan de esa manera y son parte de la neurodiversidad, a diferencia de Chile, donde la legislación actual no las contempla como una NEE.
Para lograr inclusión, primero debe haber educación, es decir la Alta Capacidad debe ser conocida por el mayor número de personas, en especial padres, psicólogos, educadores y legisladores. La UANDES es pionera en este sentido, ya que es la única casa de estudios chilena que cuenta con un diplomado en esta área “Intervenciones Psicoeducativas para Estudiantes con Alta Capacidad”, los docentes del diplomado son un referente a nivel nacional e internacional en la temática.
Como fundación necesitamos llegar a un mayor número de personas y poner las Altas Capacidades en el radar, ya que hasta ahora estos estudiantes pasan desapercibidos y son abandonados por el sistema escolar. Debemos llegar al mundo legislativo, que no es nada fácil, para generar un cambio desde lo medular. Debemos también cambiar el estigma del “niño superdotado”, “ Asperguer” o “raro”, ya que las Altas Capacidades comprenden mucho más que este estereotipo tan sesgado, reducido y dañino por lo demás.
¿Cómo consideras que el sello de la Escuela de Enfermería de la UANDES ha influido en tu desarrollo profesional?
Para mí ser enfermera de la UANDES, ha sido fundamental, las herramientas de liderazgo y gestión han sido cruciales para mi trabajo de tantos años como enfermera de urgencia y ahora con esta gran cruzada, que implica mucha fuerza, rigurosidad y cariño. De alguna u otra manera tengo en mis manos, al igual que siempre, cuidar y velar por la vida de mis pacientes, esta vez solo cambia el escenario, cuido, lucho y velo por la vida y salud mental de muchos niños y niñas que necesitan un lugar y un espacio para que sus mentes y corazones brillen…uno de ellos es mi hijo.
¿Cuáles son los mejores recuerdos de tu etapa universitaria?
¡Tengo los mejores recuerdos! Las amigas, las anécdotas de la vida diaria en la universidad, los profesores, sentirse grande, descubrir el mundo, acceder al conocimiento y “abrir la mente”. Lo pasé muy bien, la Universidad era relativamente pequeña aún por lo que todo era muy familiar, los profesores y todos en la escuela eran muy cercanos. Fue una linda etapa, así lo recuerdo.