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Martes 24 de Enero de 2023
Maroun Khoury, director del centro IMPACT, abordó la importancia de avanzar en el desarrollo de terapias avanzadas para salvar vidas y reflexionó sobre los principales desafíos relacionados a los altos costos para los pacientes.
Durante cuatro días más de cien expertas y expertos nacionales e internacionales en diversas disciplinas fueron parte de la versión 2023 del Congreso Futuro, el evento de divulgación científica más importante de Latinoamérica.
El director de IMPACT, Maroun Khoury, participó del bloque “Secuenciación de la Salud”, en donde tuvo la oportunidad de abordar el desarrollo de las terapias avanzadas y el trabajo realizado por los grupos de investigación liderados por la Universidad de los Andes. “Los tratamientos tradicionales son para todos. Esto quiere decir que son estandarizados y pueden tener efectos positivos, no tener ningún efecto o tener efectos adversos. En cambio, la medicina personalizada toma en cuenta a la persona. Estamos hablando de diagnósticos personalizados, y eso significa una secuenciación del ADN del paciente, búsqueda de biomarcadores precisos, incluso estudio de su estilo de vida. Eso genera probabilidades mucho más altas de resultados positivos con manufactura de un tratamiento hecho literalmente a medida”, explicó.
Durante su exposición, el científico destacó el trabajo que IMPACT y el spin off de la Universidad de los Andes, Cells for Cells, están realizando en esta materia. “Estamos trabajando con vesículas extracelulares, que tienen el mismo tamaño nanométrico que el Covid, y que tienen 2 funciones: podemos detectarlas en la sangre, analizarlas, secuenciarlas y obtener un marcador, es decir un indicador de la progresión o regresión de la enfermedad, si hay respuesta o no a al tratamiento, sin necesidad de realizar una biopsia invasiva. La segunda es producir estas pequeñas vesículas en el laboratorio, aislarlas e inyectarlas. Estamos hablando de terapias avanzadas acelular, porque la célula se queda en el laboratorio, solo inyectamos el producto terapéutico. El primer paciente tratado en el mundo con esta técnica es una mujer chilena de 56 años que sufre de artrosis de rodilla que no respondió a los tratamientos tradicionales y que ha tenido una mejora notable en cuando a su dolor y rigidez”, aseguró.
Tratamientos made in Chile: Democratizar su acceso
En su segunda participación en el Congreso Futuro en la Región de Los Ríos, el director de IMPACT destacó la importancia de las terapias avanzadas en la lucha contra el cáncer. “La investigación hecha por la Universidad de Pensilvania hace una década atrás permitió sacar células linfocitarias del paciente del sistema inmune, modificarlas con un receptor y reinyectarlas nuevamente al paciente. Este receptor puede reconocer y eliminar de manera muy específica las células cancerígenas en la sangre”, explicó.
En su presentación, Khoury reflexionó sobre los desafíos en el desarrollo de este tipo de tratamientos. “Como científico lo veo con mucho orgullo. Hemos publicado ensayos clínicos, pero cuando esos tratamientos quedan en publicaciones, la pregunta es ¿para quién estamos desarrollando esto? Y obviamente uno de los desafíos son los costos de estos tratamientos para los pacientes, los que pueden superar el millón de dólares”, afirmó.
En cuanto a la realidad nacional, el científico explicó que de los 2.766 pacientes que cada año tienen diagnóstico de distintos tipos de cáncer que afectan a la sangre (como Linfoma no Hodkin, Leucemia linfoblástica aguda y Mieloma múltiple), 511 podrían ser candidatos para este tipo de tratamiento.
“Cada día que pasa sin esta tecnología en el país, significan pérdidas en vidas humanas importantes”, recalcó.
En relación al rol que IMPACT busca tener en el desarrollo de estas terapias en Chile, Khoury señaló que “sabemos que son tratamientos caros, y nuestro trabajo es hacer innovación en el precio, es decir, ver cómo podemos producir estos tratamientos sin bajar la calidad, pero a precios accesibles”, concluyó.