“El protocolo será de gran ayuda para todos los papás y mamás que son estudiantes universitarios”

A fines del año pasado, Criando Juntos entregó un documento formal al Consejo de Rectoría, donde exponía las principales dificultades que viven distintos estudiantes de la UANDES que son mamás o papás, y que, muchas veces, no contaban con el tiempo necesario para dedicarle a sus hijos, producto de las exigencias propias que implica estudiar una carrera universitaria.

Fue así como, tras meses de trabajo y en conjunto con la alumna Rosario Parker, Rectoría elaboró un nuevo protocolo que responde a estas necesidades y que entrega facilidades a los alumnos que tienen hijos.

“El protocolo era algo súper necesario y será de gran ayuda para todos los papás y mamás que son estudiantes universitarios. Creo que la Universidad ha demostrado que sí nos escucha, que le importan estos temas y existe conciencia sobre la dificultad que puede significar para estas personas estudiar y criar a su hijo”.

Rosario Parker, estudiante de Periodismo y coordinadora de Criando Juntos.

El documento establece tres grandes flexibilidades para los estudiantes que sean padre o madre. En primer lugar, podrán solicitar ser eximidos del requisito de asistencia, siempre y cuando existan motivos justificables; en el caso de los ramos que requieran 100% de asistencia (prácticas, pasos clínicos o similares), podrán solicitar a su Consejo una excepción a la norma, pero se deberán atener a su resolución.

En segundo lugar, en el caso de que la fecha de alguna evaluación coincida con la enfermedad o tratamiento de un hijo, el alumno podrá ausentarse si presenta el certificado médico correspondiente. Los alumnos que no rindan alguna evaluación sin presentar el documento indicado, se regirán por los mismos criterios aplicables a todos los alumnos.

En tercer lugar, los alumnos podrán optar por un horario compatible con sus responsabilidades de padre o madre, luego de haber solicitado el cupo a través del Director de Estudios o Vicedecano de Alumnos de su carrera.

“Desde Rectoría siempre mostraron una muy buena disposición, nos hicieron sentir acogidos y estuvieron dispuestos a darnos la ayuda que estábamos buscando”, cuenta Rosario. “Esperamos que no se quede aquí, que podamos avanzar en otras cosas. Es difícil y costoso poner una sala cuna dentro de la Universidad, pero este primer paso nos ayuda a generar las bases para que después pueda haber más cosas que hagan la vida menos compleja”.

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