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Martes 2 de Abril de 2019
Gracias a una beca otorgada en conjunto por la UANDES y la escuela de negocios de Wharton, Benjamín González viajó a EE.UU. para apoyar la investigación del profesor asociado de la Universidad de Pensilvania y ex decano, Claudio Lucarelli.
Una gran sorpresa se llevó el alumno Benjamín González cuando la Decana de Ingeniería Comercial, Karin Jürgensen, lo citó a su oficina -a fines de 2018- para contarle que era el ganador de una beca que consitía en una pasantía de investigación en la escuela de negocios de Wharton de la Universidad de Pensilvania (PEEN).
La pasantía en cuestión, forma parte del programa Wharton International Training in Economic Research (WINTER), que tiene como objetivo proporcionar una sólida formación en investigación a estudiantes de minorías poco representadas en la academia, de manera de fomentar su incorporación al mundo de la investigación.
En el caso de Benjamín, quien también es candidato a Magíster en Economía por la Universidad de los Andes, la beca fue costeada por esta casa de estudios y la Universidad de Pensilvania.
Su trabajo estuvo guiado, en todo momento, por Claudio Lucarelli, profesor asociado en PEEN, actual académico visitante en la UANDES y ex decano de esta Facultad. Se trató de análisis de datos, modelación económica y revisión de literatura para cuatro proyectos en los que Lucarelli está trabajando en este momento, todos ellos sobre economía de la salud y relacionados también con temas de organización industrial y eficiencia.
¿Siempre te gustó la investigación científica?
En tercer año de Ingeniería Comercial me empezó a llamar la atención la investigación porque comprendí mejor en qué consistía. Sin embargo, el mayor acercamiento se produjo cuando, en cursos de nivel magíster, tuve que presentar una propuesta de investigación sobre la eficiencia de los mercados financieros para la asignatura Métodos Empíricos Avanzados, y una revisión literaria acerca de la inmigración y el mercado laboral para Teoría Macroeconómica.
¿Cómo fue tu experiencia de trabajo en EE.UU.?
Muy enriquecedora. Me llenó de satisfacción el hecho de estar aprendiendo y, a la vez, aportando de cierta forma a hacer mejor la vida de las personas. Trabajaba harto en la semana y también los fines de semana, alrededor de 8 ó 9 horas diarias.
Me tocó hacer de todo, desde tareas mecánicas como revisar datos, hacer estimaciones y cálculos, hasta revisiones literarias y discusiones de ideas. Aparte de eso, pude avanzar en mi tesis de magíster.
¿Cómo fue el trabajo con el profesor Lucarelli?
Un agrado y privilegio trabajar con él. Es una excelente persona, tanto en lo profesional como en lo personal. Siempre está disponible y, al mismo tiempo, me exigía harto, lo que me motivó y ayudó a hacer las cosas bien. Es fácil darse cuenta, al hablar con los alumnos de doctorado de acá, que es un profesor muy respetado y querido.
¿Qué más destacarías de esta
experiencia?
Me llamó la atención la cultura universitaria. Es un ambiente muy grato para
estudiar y aprender. Me tocó compartir oficina con los alumnos de doctorado, quienes
siempre estuvieron muy abiertos a discutir ideas, aportar y ayudar. Por otro
lado, es increíble ir a una cafetería un sábado o domingo en la mañana y encontrar
gente discutiendo ideas, estudiando o trabajando.
A futuro, ¿te gustaría seguir la carrera académica y realizar un doctorado?
Hacer un doctorado me llama mucho la atención, ya que es una buena forma de aportar al mundo, y estoy convencido de que el programa WINTER me entregó experiencia, conocimientos y herramientas que antes no tenía y que de todas maneras serán útiles a la hora de postular. El hecho de estar en Estados Unidos y que me conocieran en PENN, me abrió también las puertas a una carrera doctoral. El dilema de la investigación versus trabajar en el mundo privado está, pero ciertamente entrar a este programa le dio puntos a la investigación.