Diplomado en Antropología Cristiana: Un viaje al corazón de la fe y la naturaleza humana

El Centro para la Enseñanza de la Religión de la Universidad de los Andes, junto al Centro de Estudios Generales, dio inicio al Diplomado en Antropología Cristiana.

Con una estructura compuesta por cuatro asignaturas que pueden ser cursadas progresivamente sin necesidad de cumplir prerrequisitos, este diplomado se presenta como una oportunidad única para explorar la intersección entre la antropología y la fe cristiana.

Los cursos que conforman el diplomado son: Persona humana y fe cristiana, Dimensiones y problemáticas contemporáneas de la persona humana, Antropología de la afectividad: el mundo de las emociones y Antropología de la sexualidad: el significado del cuerpo humano

El primer curso, “Persona humana y fe cristiana”, reunió a 39 profesionales de diversos campos, quienes participaron activamente en la sesión dirigida por la profesora Isabel Lemaitre Palma. En esta clase, se abordó el misterio del hombre a la luz de los relatos del Génesis, profundizando en la dualidad del hombre como ser compuesto de barro y espíritu, y su dignidad como imagen de Dios.

Los alumnos, provenientes de lugares como Santiago, San Bernardo, Iquique, La Serena, Viña del Mar, Los Ángeles, Valdivia, Temuco, Teodoro Schmidt, Villarrica y Llanquihue, destacaron la calidad de los contenidos y la profundidad del análisis.

Testimonios de los alumnos

Antonia Pedevila Saldías, orientadora vocacional en el colegio San Juan de Lampa, compartió su experiencia: “Mi motivación en este diplomado es comprender profundamente el sentido de la persona humana y su vocación al amor. La primera clase me pareció increíble. El tema sobre el plan original del hombre, estudiado a la luz del Génesis, es impresionante. Es un tema en el que se puede profundizar muchísimo, pero me encantó el formato de exposición y la discusión de ideas claves.”

Sofía Covarrubias, de la Fundación Trabún, también expresó su entusiasmo: “Escuché del diplomado en un congreso y me pareció fundamental para mi crecimiento personal y espiritual. La primera clase me ayudó a tener más claridad sobre mi propia identidad como imagen de Dios. Reflexionar sobre el alma humana y su significado es un pilar para toda mi vida. Estoy motivada a conocer más la Biblia y los pensamientos de los grandes católicos.”