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Jueves 9 de Abril de 2020
El uso de protectores faciales en época de pandemia es primordial para los equipos de salud que mantienen contacto directo con pacientes.
Con el fin de proteger de posibles contagios de Covid-19 a los internos e internas que se encuentran realizando labores en diferentes campos clínicos, Claudia Campos, académica de la Facultad de Enfermería y Obstetricia, confeccionó protectores faciales que posteriormente ha ido entregando a sus alumnos.
Esta iniciativa nació luego de que Claudia, en conjunto con otras profesoras de la Escuela de Enfermería, percibieran y escucharan varias preocupaciones y temores naturales de los internos e internas.
Fue así como comenzó con su búsqueda que la llevó a ver un video en un grupo de whatsapp en donde se mostraba a funcionarios de un hospital fabricando protectores faciales.
“En conjunto con todas las docentes de la Escuela de Enfermería, tratando de buscar algo, no sabía qué. La razón principal era mostrar algo concreto a nuestros estudiantes, que estamos apoyándolos y muy pendientes de sus necesidades y de sus miedos reales”, cuenta Claudia.
“Me pareció que era una buena idea. Muy fácil de replicar manualmente a un bajo costo. Averigué sobre este elemento de protección personal (EPP) en Internet, sobre detalles de la ficha técnica e investigué sobre uso y mantención con la experta en prevención y control de infecciones que asesora a nuestra Escuela”, relata la académica.
Transcurridos unos días de investigación y estudio de varios documentos y antecedentes, Claudia compartió esta iniciativa con el equipo de internado de la Escuela. Lo presentaron al Consejo de la Facultad de Enfermería y Obstetricia, quien rápidamente aceptó y apoyó la idea.
Al día siguiente, Claudia junto a su marido, fueron a comprar los insumos necesarios para fabricar los protectores faciales. La profesora cuenta que en su primer intento de compra no tuvo éxito.
“Estaba todo agotado, por lo tanto fui a una librería de barrio en busca de todos los materiales. Luego de algunas pruebas fuimos perfeccionando la técnica de confección. Trabajamos en serie con cada insumo y luego armamos el protector”, indica Claudia.
Una vez listas las primeras 20 unidades, Claudia se coordinó con una alumna y fue a dejar los protectores faciales a los internos e internas del CESFAM Ossandón.
“La reacción de las alumnas fue claramente inesperada. Las caritas de agradecimiento y expresiones de cariño y frases como: “profe, muchísimas gracias por las protecciones, están geniales”, eso alivia el alma, son nuestras héroes anónimas. Tenía muchas ganas de abrazarlas y demostrar que somos un gran equipo de docentes buscando oportunidades para acompañarlas, protegerlas y crecer junto a ellas y ellos con una situación nunca antes vivida y sin poder entregar garantías de que sucederá. Vivimos en conciencia presente, el día a día haciendo historia”, señala la profesora.
Claudia indica que debido a la escasez mundial de insumos de uso primordial para prevención y control de infecciones como alcohol, alcohol gel, mascarillas; exacerbado todo esto por esta situación pandémica sin precedentes ni normativas establecidas, y en virtud de proteger a los profesionales de la salud que están en contacto directo combatiendo el COVID 19, el uso de protectores faciales es fundamental. Indica que finalmente es un tema de porcentajes, a mayor protección, mayor seguridad en la atención y mejor rendimiento de estos.
“Si gestionamos el cuidado de los profesionales, para que no se contagien y no se enfermen, tendremos mejores opciones de velar por el derecho a la protección de la salud de toda la población”, enfatiza la académica.
Claudia dice que agradece “a Dios y a la Universidad el regalarme la oportunidad de colaborar, con un granito de arena desde este rol profesional como Enfermera Docente”.
Claudia continúa confeccionando protectores faciales para sus alumnas y alumnos, ya que su idea es que todas y todos los internos de la Escuela de Enfermería de la Universidad de los Andes tengan uno y se sientan más seguros cumpliendo su importante labor.