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Viernes 15 de Mayo de 2020
A continuación compartimos una columna del investigador del Centro Integral para el Envejecimiento Feliz (CIEF), Luis Sarmiento, PhD. en Sociología.
“Las personas mayores tienen una alta valoración de la salud en su calidad de vida, lo cual ha dado nacimiento al concepto de Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS). Pero, si las personas mayores valoran principalmente el estado de salud para evaluar su calidad de vida, y la vejez representa un proceso de declive de la reserva fisiológica y declive cognitivo, ¿quiere decir esto que es una etapa de la vida donde inevitablemente las personas pierden calidad de vida?
Según la paradoja de la discapacidad, personas con discapacidad física severa tienden a evaluar positivamente su bienestar general en contraste con evaluaciones de expertos que tienden a atribuirles baja calidad de vida. En el caso del envejecimiento, se ha mostrado que el bienestar general comienza a ascender desde la edad mediana de las personas hacia edades avanzadas. ¿Cómo explicar esto? Al parecer, la respuesta está en los diferentes significados que tiene el concepto de calidad de vida desde la perspectiva de especialistas y de las propias personas mayores o personas en condición de discapacidad. Mientras para los profesionales la calidad de vida está asociada a mantener la capacidad funcional a través de las distintas etapas del ciclo de vida pre-establecidas, para las personas mayores la calidad de vida y el bienestar está relacionada con la capacidad de adaptarse a las distintas condiciones de vida. La adaptación implica la planificación de nuevos objetivos y sueños, las personas mayores siguen soñando a pesar de la eventual aparición de enfermedades o limitaciones funcionales, y dicha capacidad puede fortalecerse mediante intervenciones que potencien sus recursos de resiliencia y afrontamiento de eventos de pérdida.
El Centro Integral para el Envejecimiento Feliz (CIEF) de la Universidad de los Andes, desarrolló una intervención con personas mayores en la comuna de Puente Alto con el objetivo de mejorar su calidad de vida general a partir de los recursos de las propias personas mayores. En esta instancia se formó a un grupo importante de Embajadores de la felicidad, quienes son personas mayores con características de liderazgo, con espíritu de servicio, capaces de transmitir a sus pares la importancia del autocuidado, de la vida sana desde un punto de vista espiritual, de actividad física, de alimentación, de mantener redes conectadas con sus vecinos. Los embajadores de la felicidad representan una posibilidad de mejorar la calidad de vida de las personas mayores a partir de los recursos instalados en sus propias comunidades, desde la perspectiva de las personas mayores, en diálogo permanente con las organizaciones que desarrollan un saber experto como este caso lo fue la Universidad de los Andes”.
Referencias utilizadas en el texto:
Albrecht, G. L., & Devlieger, P. J. (1999). The disability paradox: High quality of life against all odds. Social Science & Medicine (1982), 48(8), 977-988. https://doi.org/10.1016/s0277-9536(98)00411-0
Botero de Mejía, BE, & Pico Merchán, ME. (2007). Calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en adultos mayores de 60 años: Una aproximación teórica. Revista Hacia la Promoción de la Salud, 12, 11-24.
Kusumastuti, S., Derks, M. G. M., Tellier, S., Di Nucci, E., Lund, R., Mortensen, E. L., & Westendorp, R. G. J. (2016). Successful ageing: A study of the literature using citation network analysis. Maturitas, 93, 4-12. https://doi.org/10.1016/j.maturitas.2016.04.010