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Jueves 11 de Junio de 2020
La especialista en Salud Pública, directora del Magíster en Epidemiología de la UANDES y miembro del Consejo Científico Asesor de la Presidenta de Bolivia, nos cuenta sus apreciaciones sobre el COVID -19 y cómo ha sido sobrellevarlo desde el lado profesional y personal.
“Nunca imaginé que fuera tan alto el contagio y que la propagación cruzara fronteras con tanta velocidad. En mi carrera como epidemióloga jamás pensé que me tocaría vivir una pandemia real y que afectara a grandes volúmenes de población. A ratos aún pienso que esto es un mal sueño”. Con estas palabras, la Dra. Cinthya Urquidi, especialista en Salud Pública y directora del Magíster en Epidemiología de la Universidad de los Andes, describe sus primeras impresiones y su sensación actual sobre la presencia del COVID -19 en el mundo.
Cuando comenzó la pandemia, la especialista estuvo muy atenta a la proliferación de nuevos casos de neumonía atípica que aparecieron en Wuhan (China) y rápidamente asoció esta situación con las epidemias de MERS o SAR-COV vividos en años anteriores, pero no visualizaba lo que estamos viviendo actualmente.
Urquidi no tiene dudas que todos los países, incluido Chile, están haciendo su mejor esfuerzo para el control de esta pandemia, y que lamentablemente nadie estaba preparado para enfrentarla. “Tal vez algunos gobiernos tenían más recursos que otros, pero a todos nos pilló en curva. Quisiéramos saber a priori qué estrategias funcionan y cuáles no, pero esto lo sabremos en la medida que se vean los resultados”.
Y es en este contexto es que la epidemióloga está asesorando al Gobierno de Bolivia -país donde nació y estudió-, siendo parte del Consejo Científico Asesor de la Presidenta de Bolivia, comité en el que participan especialistas de diversas instituciones.
“Asesorar a un país con menos recursos y en transición ha sido extremadamente difícil y angustiante. Entregamos los lineamientos estratégicos de intervenciones en Salud Pública basadas en evidencia local e internacional para el control del COVID-19, dentro del contexto o realidad del país. En ciertos puntos es similar al Comité de Chile, ya que son recomendaciones basados en evidencia científica, pero en su estructura y rol son diferentes. Tratamos de influir con evidencia en la formulación de estrategias de Estado para el control del COVID-19 desde un punto de vista de Salud Pública, independiente de los comités técnicos locales que asesoran al Ministerio de Salud”, explica la también Directora del Magíster en Epidemiología de la UANDES.
El efecto de esta crisis epidemiológica ha sido enorme para ella. “El COVID-19 se convirtió en una prioridad en mi agenda diaria, con horas extras sin límite, para poder contribuir en lo que se pueda en su control. Este intenso trabajo, que muchas veces no discrimina fines de semana, afecta mi vida personal, pero sé que mi familia me entiende y me apoya, porque saben que es mi pasión y que es por un bien colectivo. Confiamos en que esto se resolverá”.
La especialista en Salud Pública, que lleva 10 años trabajando en la UANDES, explica que, desde el punto de vista epidemiológico, ha sido y sigue siendo un proceso apasionante. “Me ha tocado ser testigo de cómo diariamente se publican investigaciones a todos los niveles para poder comprender el comportamiento del virus, hasta he podido participar en varias investigaciones en Chile -y todo a una velocidad poco común en la investigación- con el fin de entregar herramientas para su control. Como académica puedo decir que este es un muy buen ejemplo de cómo la investigación a todos los niveles es muy importante. Todos los tipos de investigación son necesarias y ninguna es mejor que otra: la investigación básica en laboratorio, clínica, epidemiológica y las intervenciones en Salud Pública”, concluye la experta.