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Jueves 30 de Julio de 2020
La especialista realizó turnos de apoyo en el Servicio de Neonatología del Hospital Parroquial de San Bernardo.
La crisis sanitaria ha modificado completamente nuestra forma de vivir. Increíblemente, también cambió nuestra forma de nacer y desarrollo de nuestros primeros días de vida. María Angélica Balbiano, matrona y académica de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de los Andes lo sabe bien. La falta de personal de salud la hizo salir de la seguridad de su casa y apoyar al Servicio de Neonatología del Hospital Parroquial de San Bernardo.
“El hospital necesitó matronas que pudieran cubrir los turnos de colegas con COVID- 19, por eso decidí realizar turnos de reemplazo, con el gran temor de traer el virus a mi familia, temor al que todos los funcionarios de la salud se han visto enfrentados desde el día uno de esta pandemia”, señala María Angélica.
María Angélica cuenta que el COVID-19 ha cambiado el funcionamiento de las unidades neonatales, principalmente, ella ha sido testigo de cómo se ha visto “afectado algo tan importante como lo es la relación que se establece entre madre-padre e hijo en las primeras horas de vida de un recién nacido que requiere ser hospitalizado. Esto es una situación no deseada, porque el recién nacido, desde un principio, inicia las relaciones duraderas y de buena calidad en el futuro”, indica la matrona.
A pesar de esto cuenta que los funcionarios de la unidad neonatal del Hospital “se las arreglan para poder dar un respiro a este distanciamiento. Llevan y traen noticias del padre, que se encuentra afuera, para la madre y su hijo hospitalizados en la maternidad. Al igual que con las grabaciones, las cuales se han convertido en un buen mecanismo de comunicación”.
María Angélica, es una de las muchas personas que nunca se imaginaron que el Coronavirus cobraría tantas víctimas. “El período en que empezamos a conocer del COVID- 19 era la época estival, escuchábamos que ya estaba en países europeos y pensábamos que sería algo así como la gripe aviar, nunca nos imaginamos una situación como la que hemos vivido”.
La académica UANDES señala que “sólo me queda enviar un mensaje esperanzador y de gran agradecimiento a todos los funcionarios de hospitales y clínicas que con gran valor y profesionalismo han salvado muchas vidas durante este largo período de pandemia”.