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Lunes 29 de Enero de 2024
Con gran pesar comunicamos que nos ha dejado quien fuese el primer decano (1990-1996) de la Facultad de Derecho, el profesor Arturo Yrarrázabal Covarrubias. Su llegada a nuestra Universidad la describe Enrique Brahm en el libro Universidad de los Andes: 25 años de historia: “una de las primeras decisiones que se tomaron fue la de iniciar la Universidad con la carrera de Derecho. Esto era explicable, porque estos habían sido los estudios con que nacieron las universidades europeas… Como decano se pensó en un prestigioso profesor de Derecho Económico de la Universidad Católica que tenía un doctorado en Yale, Arturo Yrarrázaval Covarrubias, quien aceptó gustoso el desafío en septiembre de 1989 y empezaría de inmediato a preparar los programas de los distintos cursos de la carrera con la colaboración de Juan Ignacio González”.
Sobre su paso por nuestra Universidad Arturo Yrarrázaval afirmó en la revista Campus de 2020 que “gracias a la calidad académica y humana de los profesores y ayudantes, de un personal de excelencia y de nuestros queridos alumnos. Se creó verdaderamente una comunidad de maestros y estudiantes como en las primeras universidades europeas”.
El Rector UANDES, José Antonio Guzmán señala que “fue un gran profesor que creyó en la Universidad de los Andes cuando no era más que un proyecto y puso todo su talento para sacarla adelante, le debemos mucho”.
Por su parte, José Ignacio Martínez, decano de la Facultad, recuerda que “el paso de Arturo por el decanato de la Facultad dejó una profunda huella, que va mucho más allá de su enorme labor académica. Arturo fue, además, un gran abogado, y por, sobre todo, un gran caballero, un hombre generoso y siempre preocupado por quienes lo rodeaban, reflejo de sus virtudes y de su profunda fe”.
A continuación, reproducimos sus palabras en la memoria de los 30 años de la Facultad de Derecho UANDES:
Quisiera enviar un caluroso saludo a la Facultad de Derecho con motivo de la celebración de sus 30 años. Nunca me olvidaré cuando el Rector Raúl Bertelsen me llamó para que fuera el primer Decano de la Facultad. La Universidad de los Andes había obtenido su primera aprobación del Ministerio de Educación. Me sentí honrado por el ofrecimiento pero a la vez confundido pues la Universidad no tenía nada, ni profesores, tampoco alumnos y sede. Con Monseñor Juan Ignacio González (entonces laico) tuvimos que confeccionar el currículum con todos los programas de estudio para quien sería nuestro examinador durante cinco generaciones. La elección de la sede corrió por parte del Rector y su equipo, quienes eligieron la casona de General Bustamante 86. Cuando la vi por primera vez, especialmente por dentro, no lo imaginé para nada como sede de la Universidad, ni menos de su primera Facultad, la de Derecho. Faltaban pocas semanas para la inauguración. Más grave aún era el hecho que faltaban los profesores de primer año y también los alumnos. En materia de profesores no nos podíamos equivocar, debíamos encontrar grandes profesores para que iniciáramos bien esta gran aventura académica. Después el desafío era con los alumnos, deberíamos convencerlos para que nos acompañaran. Convocamos a varias reuniones en la sede Bustamante, donde trabajaban los maestros entre mucha suciedad y ruido. Faltaban horas para que empezáramos con las primeras clases y todo seguía sucio como cualquiera obra en construcción. Llegué a hacer mi primera clase un lunes de marzo y encontré todo precioso. Quería hacer este pequeño relato para que nos demos cuenta cómo fueron los orígenes de una Universidad y de su Facultad de Derecho que en sus primeros 30 años ha tenido un desarrollo extraordinario y que ya está rindiendo frutos magníficos. Sus exalumnos ya destacan prácticamente en todas las profesiones y en el servicio público. También ha atraído a grandes profesores, algunos grandes docentes, otros muy buenos investigadores y otros en la doble capacidad de docentes e investigadores.
Mis felicitaciones a la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes por un trabajo excelente y con una dedicación maravillosa. Sigan adelante formando a generaciones que de seguro harán una gran contribución a nuestro querido país.
¡Que Dios los bendiga!
Arturo Yrarrázaval Covarrubias
Primer Decano Facultad de Derecho
1990-1996