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Lunes 14 de Diciembre de 2020
Antonia Echeverría junto a un equipo de investigadores trabajarán en la validación de un instrumento de detección precoz del deterioro funcional y prevención de la dependencia de las personas mayores.
La académica de la Escuela de Terapia Ocupacional, Antonia Echeverría, se adjudicó un proyecto FONIS, en la última convocatoria de este concurso anual realizado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y el Ministerio de Salud.
El estudio adjudicado tiene por objetivo validar, a nivel transcultural y estadístico, la herramienta de evaluación de actividades de la vida diaria instrumentales “Cuestionario VIDA”. Esto será en personas mayores para la detección precoz del deterioro funcional y prevención de la dependencia, durante los años 2021-2023.
Según explica Antonia Echeverría, durante los últimos años Chile está experimentado un proceso de envejecimiento poblacional acelerado y una transición epidemiológica que implica una mayor carga de enfermedades crónicas. Entre los múltiples desafíos que presenta este cambio, uno de los más relevantes refiere al aumento de personas con pérdida de funcionalidad, que redunda en un aumento de la prevalencia de la dependencia y un incremento en la demanda por servicios de cuidados de largo plazo y, por tanto, en el costo económico y social.
Ante esta realidad, la terapeuta ocupacional y académica de la Escuela de Terapia Ocupacional, explica que una de las principales dificultades para abordar estos desafíos es la falta de evidencia respecto de la escala y características del proceso de pérdida de funcionalidad en la población, a través de herramientas de evaluación de actividades de la vida diaria.
El Cuestionario VIDA, señala la investigadora, fue creado en España por un equipo profesional de Atención Primaria de Salud, que en 2010 diseñó un instrumento que permitiese detectar los primeros signos de deterioro funcional. Tras la validación por expertos y su posterior validación estadística, en 2016 fue validado en Argentina, demostrando resultados significativamente positivos al suplir las limitaciones de las herramientas ya existentes a nivel mundial para medir la capacidad funcional por medio de las actividades de la vida diaria instrumentales (AVDI).
¿Qué la motivó a estudiar este tema, específicamente validar esta herramienta?
La motivación surge al trabajar con personas mayores e identificar que las herramientas que usamos en Chile para evaluar actividades de la vida diaria instrumentales (AVDI), poseen limitaciones importantes que impactan en los resultados, impidiendo realizar una pesquisa oportuna y una intervención eficaz de la capacidad funcional.
El proceso de evaluación para los profesionales del área de la salud constituye una etapa crucial de la intervención, puesto que si no tenemos las herramientas necesarias o éstas no entregan información correcta, podemos elaborar un mal diagnóstico. Todo esto genera un efecto en cadena que termina en acciones terapéuticas que no dan respuesta a las necesidades de la persona que consulta. De ahí surge la idea de crear una herramienta con el equipo profesional de esa época, para aplicarla en nuestro contexto de trabajo. Con los años quisimos probar su validez, lo que terminó derivando en una revisión sistemática en la materia a fin de conocer cuáles eran los instrumentos usados por la comunidad académico científica para evaluar la capacidad funcional de personas mayores por medio de las AVDI. Gracias a esta última conocimos el Cuestionario VIDA y los aportes que éste ha demostrado a través de sus publicaciones y asumimos el desafío de validarlo transcultural y estadísticamente.
¿Qué opina de la adjudicación de este proyecto? Es la primera vez que una académica de la Escuela obtiene un FONIS.
Nos da mucha felicidad y nos enorgullece como equipo poder llevar a cabo este proyecto que llevamos trabajando hace 5 años, desde que creamos nuestra propia herramienta de evaluación de AVDI.
A la vez me otorga una gran responsabilidad en términos personales, para guiar exitosamente a un equipo de investigación; a nivel profesional, en pos de responder a las expectativas de la Escuela de Terapia Ocupacional, de la Universidad y de la ANID; y por último, una gran responsabilidad desde el punto de vista disciplinar, en cuanto al compromiso que siento hacia las personas mayores, ya que mi interés es poder contribuir a su bienestar ocupacional, generando cambios en el proceso de evaluación que impacten en su sentimiento de satisfacción de vida en la última etapa de la vida.
El proyecto, titulado “Validación transcultural y estadística al contexto chileno del Cuestionario VIDA, una herramienta para la detección precoz del deterioro funcional y prevención de la dependencia de las personas mayores”, tiene una duración de 30 meses y un monto asignado de $51.367.000 para su ejecución. Participarán los investigadores Marcela Cárcamo de la Facultad de Medicina de la UANDES, Pablo Villalobos, académico e investigador de la USACH, Iñaki Martín-Lesende, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco, España. También las terapeutas ocupacionales de la UANDES, Carolina Fernández y Constanza Astorga. |