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Lunes 18 de Noviembre de 2019
Destacaron el sistema pedagógico muy bien estructurado, la práctica permanente y la disponibilidad de asistir a charlas, seminarios y conversatorios, entre otros.
Desde la Universidad Estácio de Sá, Río de Janeiro, Brasil, viene Samanta Maris Das-Merces, quien cursa tercer año de Pedagogía en esa universidad.
“Escogí Chile porque es el país más desarrollado en Sudamérica, y en el tema educación ocupa los mejores índices de desarrollo, aunque haya mucho que mejorar. La Universidad de los Andes fue una feliz sorpresa, porque aunque ésta es mi segunda carrera, después de haber hecho postgrado, (soy Ingeniera de Telecomunicaciones formada en 2003 por CEFET-RJ, con MBA en Gestión de Proyectos desde 2010 por FGV-RJ, Fundación Getulio Vargas, Brasil) jamás he estudiado en una Universidad con la magnitud y diversidad que encontré acá”, detalla Samanta.
“La experiencia de haber estudiado en la UANDES ha sido increíble y muy provechosa por el contacto con distintas culturas y diferentes visiones del mundo. Valoro muchísimo las distintas actividades promovidas por las diversas carreras de la universidad y la posibilidad de participar en ellas. Me impresionó la presteza de las personas que trabajan en la UANDES y la sonrisa con que siempre fui recibida; la forma efectiva como se comunica a la comunidad universitaria (app, e-mail, carteles, encuestas, etc); la valoración del arte y la cultura chilena; el respeto y preocupación por los extranjeros (me encantaron los conversatorios con el vice-rector y con la Facultad de Educación). Sin duda, es una feliz experiencia que llevaré para siempre conmigo. Además, la UANDES cumple con el compromiso de contribuir con la sociedad chilena, quizá mundial, en la formación de profesionales de gran calidad, a medida que mantiene un cuerpo docente de excelencia, exigente pero humano, que junto a los cuerpos técnicos y administrativos trabajan alineados a la misión, visión y valores de la Universidad. Es evidente que toda infraestructura de la UANDES y cada ambiente fueron meticulosamente pensados para entregar un centro de excelencia a la comunidad universitaria”, agrega la estudiante de Río de Janeiro.
Sobre el sistema pedagógico de la Facultad de Educación de nuestra casa de estudios, explica que le llamó la atención la cantidad de controles y pruebas, por lo que tuvo que estudiar mucho. “Los talleres también son muchos e igual de importantes para la formación del pedagogo, ya que nos hicieron reflexionar todo el tiempo. Destaco las grabaciones, planificaciones y las clases que tuve que presentar al curso. También pude ver que en las pasantías se utiliza una metodología de grabar y analizar la clase dada por cada alumno de pedagogía, lo que es muy interesante y diferente de lo que hacemos en Brasil. Llevaré esta sugerencia para la coordinadora de mi curso en la universidad en Río de Janeiro. Y, más que nada, me encantó ver que en Chile hay 3 diferentes carreras de formación en pedagogía y mi opinión es que así se forman mejores profesores”, comenta Samanta.
Alba Zugasti es alumna de intercambio de la Universidad de Navarra en Pamplona, España. Cursa tercer año de la carrera de Educación y realizó un semestre en la Facultad de Educación de la UANDES. “Escogí esta universidad porque quería hacer un intercambio en un lugar de habla hispana y los países que me ofrecía mi universidad era Perú y Chile, y como ya conocía Perú, me decidí por Chile. Además, tras investigar algunas universidades, encontré que la Universidad de los Andes era muy buena en la carrera de Educación de Párvulos, por lo que solicité realizar el intercambio en esta universidad y me lo aceptaron”, cuenta Alba.
“Desde el primer minuto me acogieron muy bien, siempre han estado a mi disposición, nos han preparado muchos almuerzos y actividades para conocer gente. Además, lo que más me llevo de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, son las alumnas. Desde el primer día se acercaron a hablar conmigo, me ofrecieron todo tipo de ayuda, me han enseñado la ciudad, me han acogido en sus casas y es por eso que me da mucha pena volver, las extrañaré mucho”, explica la alumna de la Universidad de Navarra.
“Con respecto al sistema pedagógico, lo encuentro muy bien estructurado. Me gusta que estén divididos los años de estudio según el desarrollo del niño, es decir, primer y segundo curso para un niño entre 0 y 3 años, y tercero y cuarto año para aprender sobre un niño de 3 a 6 años. Por otra parte, me sorprendió que tengan práctica todos los jueves, durante los 5 años, ya que así, a la vez que se pasa materia, puedes verlo en tu sala de clase. Por último, me ha sorprendido que la Facultad ofrezca muchas oportunidades para aprender fuera del horario de clases a través de charlas, seminarios y conversatorios”, concluye Alba.