Suscríbete a nuestro Newsletter
y mantente informado de todo
Martes 22 de Junio de 2021
José Miguel Honorato, alumni ´04 de Ingeniería Comercial UANDES, es socio de Bonex, empresa que fabrica y comercializa extintores inclusivos, que pueden ser manipulados por niños, adultos mayores y personas en situación de discapacidad, además de ser ecológicos.
José Miguel Honorato, alumni ´04 de Ingeniería Comercial UANDES, es socio de Bonex, empresa que fabrica y comercializa los primeros extintores inclusivos, que pueden ser manipulados por niños, adultos mayores y personas en situación de discapacidad. Estos extintores duran 5 años, no necesitan mantenciones y son ecológicos, gracias a que sus productos generan un impacto en el ahorro del agua utilizada en estos eventos y dejan menos residuos en el ambiente afectado. “Los productos se fabrican en Chile, tenemos el apoyo de CORFO y desde acá se está comenzando su exportación a diferentes países. El principal extintor que comercializa Bonex es una botella que se rompe al lanzarla al fuego y lo apaga. ‘Es un producto en el que todos los insumos no tienen ningún grado de toxicidad, tampoco restricciones de almacenamiento ni de transporte. Esto puede viajar arriba de un avión, incluso en la cabina. Es un producto inocuo en todo sentido, súper amigable y fácil de usar”, comenta Honorato.
Su acercamiento al tema de los extintores fue a través de un amigo, quién un día le mostró los productos contra el fuego y comenzaron inmediatamente el contacto de la matriz en Japón para comprarlos y probarlos en Chile. La empresa, fundada y liderada por tres científicas japonesas, se dedicaba a crear extintores distintos a los tradicionales, ya que no dañan el medio ambiente y pueden apagar el fuego cinco veces más rápido.
Honorato comenzó distribuyendo en Chile y luego en otros países de Latinoamérica y después de cuatro años, en 2019 compró, junto a cinco socios, la firma nipona, sus patentes, formulaciones y fábrica, para así traer todo a Chile y montar acá el negocio. Si bien su origen es japonés, la tecnología ahora le pertenece a inversionistas chilenos y es básicamente un agente de extinción capaz de atacar los 3 lados del triángulo del fuego, siendo así más efectivos que los extintores tradicionales, que generalmente hacen más daño que lo que el mismo incendio provoca. “Para que exista fuego se deben combinar tres elementos conocidos como el triángulo del fuego (oxígeno, combustible y temperatura). Para apagarlo puedes atacar cualquiera de estos tres elementos, por ejemplo, el agua ataca la temperatura, el polvo químico (pqs) ataca el oxígeno, pero cuando atacas sólo un lado del triángulo, la probabilidad de re ignición es muy alta. Nuestro producto FR911 ataca los 3 lados del triángulo, corta la reacción en cadena y la probabilidad de re ignición es casi cero”, explica el alumni ICOM ´04.