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Lunes 14 de Enero de 2019
“Una novelita inglesa” es el nombre del cuarto libro de ficción del Director del Instituto de Literatura de la UANDES, un texto que se mueve entre el humor y el amor, para contar la historia de un solterón intelectual inglés y su particular familia.
Diez años han pasado desde que Braulio Fernández, director del Instituto de Literatura de la Universidad de los Andes, comenzó a dar vida a su primera novela. Este 2019 “Una novelita inglesa” por fin ve la luz, bajo el alero de RIL Editores, convirtiéndose en el cuarto libro de ficción del escritor, que suma a su haber el poemario “Orfeo y Eurídice” (2016), y los cuentos “Corazón de buey” (1993) y “El ciego y los tuertos” (2015).
“Empecé a escribir este libro en 2009, año en que llegué a la UANDES. Recién había terminado una obra que era muy pesada, muy dura, y se me ocurrió hacer algo que me provocara simplemente placer. Y comencé esta novelita pero quedó detenida en el tiempo, hasta que la retomé hace algunos años atrás”, cuenta Fernández.
Ambientada en Inglaterra después de la guerra, la historia de este texto se mueve entre el humor y el amor, centrándose en un solterón intelectual inglés y su particular familia. Él vive con su madre y una tía de 90 años que está loca y con quien mantiene una relación muy particular, pues está a cargo de su cuidado.
El protagonista, fascinado con escritores trascendentalistas norteamericanos como Emerson, Thoreau y Whitman, comienza a ir asiduamente a la biblioteca a pedir libros, y ahí conoce a una bibliotecaria de la que se enamora.
“Estoy muy contento con lo que se logró, porque es un trabajo muy simple. El libro está escrito en un tono menor, pero que tiene una veta lírica importante, y al principio es una historia más o menos graciosa, medio tragicómica, que tiene un giro hacia una historia de amor”, sostiene el autor.
Para Fernández, quien además ha publicado una quincena de libros académicos, el título de esta obra es una especie de guiño al nombre de “Una novelita lumpen” de Roberto Bolaño. Y también se debe, en parte, a que se tomó con mucho humor una crítica realizada por el diario Las Últimas Noticias a su último libro de cuentos, donde se señalaba que él utilizaba varias palabras extranjeras en su texto. Por lo que le pareció una buena idea un libro ambientado en el extranjero, en este caso en Europa.
A esto se suma que su familia materna desciende de ingleses, otra fuente de inspiración para esta obra donde todas las ciudades a las que se hace referencia son reales. Y donde la portada de “Una novelita inglesa” es una acuarela, reliquia familiar de Fernández, cuyo apellido materno es Biggs.
“Un tío se dedicó por muchos años a estudiar la historia de la familia y me dejó de herencia un montón de papeles. Revisando encontré esta acuarela, pintada por Eva Biggs para su hermana Adela, el mismo nombre de mi hija menor. Me pareció que era igual a la casa de la familia de la historia, por lo que decidí usarla como portada del libro”, confiesa el director del Instituto de Literatura.
La novela, de 80 páginas, y que a juicio del autor es “de fácil lectura”, fue editada por Daniel Calabrese. “Se la mandé un día para que la viera y me contestó a las dos de la mañana, diciendo que no podía parar de leerla. Y así la publicamos”, concluye Fernández.