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Martes 25 de Febrero de 2020
Durante las vacaciones se suele comer más de lo habitual, alimentos con mayor aporte calórico y a deshora. Por esto a partir de marzo, volver a la rutina habitual incluye ordenar la alimentación, tanto de niños como adultos. A continuación, la nutricionista y académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes, Carolina Pye, entrega algunos consejos:
¿Qué alimentos debieran priorizarse para ordenar la alimentación diaria luego de las vacaciones?
Ya que en las vacaciones el “desorden” generalmente corresponde a mayores volúmenes de alimentos (platos más grandes) y cambios en la selección (se comen alimentos menos habituales y que, por lo general, son más calóricos), la recomendación es volver a los horarios, cantidades y alimentos habituales, incorporando en los tiempos de comidas verduras, frutas y cuidando la hidratación con suficiente agua.
¿Hay alguna receta para hacer una transición más suave y así evitar dietas radicales?
La transición se puede hacer, por ejemplo, incluyendo ensalada en ambos tiempos de comida, en la que se incluyan al menos dos verduras de distintos colores y cambiar alimentos procesados por aquellos hechos en casa. Las dietas no son útiles para reestablecer la alimentación normal ya que por lo general excluye alimentos habituales y suelen tener efecto rebote (se deja la dieta y se recupera gran o más peso del que se había perdido).
En el caso de los niños, ¿cómo ayudarlos a ordenar su alimentación?
Los padres en esto son fundamentales ya que es más fácil seguir el ejemplo. Ayudándolos a realizar los tiempos de comida que corresponden de acuerdo a la edad, ofreciendo alternativas entretenidas y que incentiven el consumo de verduras, cereales integrales y frutas de forma importante. Por ejemplo, ofrecer frutas como una colación, pero en forma de ensaladas o tuti fruti en vez de la fruta entera que puede ser menos atractiva.
¿Cómo hacer para que esta dieta o estilo de alimentación se pueda mantener a lo largo del año?
Una alimentación saludable no tiene por qué ser una “dieta” como sinónimo de restricción y sacrificio, todo lo contrario, debe ser una alimentación que la persona disfrute y sobre todo genere saciedad. Para esto es fundamental incluir alimentos que contengan agua y fibra de forma importante y, sobre todo, alimentos que a la persona le gusten y que a la vez sean nutritivos, es decir, ricos en nutrientes. Incluir vegetales, granos, legumbres y frutas, pero también alimentos como pescado, huevo, lácteos y grasas de buena calidad.