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Miércoles 29 de Mayo de 2019
La edición, que contempla una nueva traducción de sus "himnos", fue publicada en la colección de letras universales de Catedra, una de las editoriales más prestigiosas de España y su lanzamiento se hizo en la UANDES, con los profesores y poetas Cristóbal Joannon y Rodrigo Cordero.
“Para mí la traducción es una labor imprescindible, cuya primera motivación reside en el gozo que entrega por el trabajo que se realiza con la lengua original. Pero, también, siempre es necesario ir actualizando las traducciones disponibles a las lenguas modernas. Las lenguas están vivas y, ciertamente, hay un tema de uso de términos, de giros y expresiones lingüísticas, que es importante trabajar para hacer el texto más contemporáneo. Por otra parte, cada traducción aporta elementos de interpretación, por medio de sus comentarios y notas, que enriquecen las traducciones (interpretaciones) anteriores”. Así explica, Diego Honorato, académico de los Institutos de Literatura y Filosofía, el valor de la traducción.
El profesor Honorato trabajó casi cinco años en la traducción del griego al español de los “Himnos de Calímaco”, libro que fue editado por Catedra, una de las editoriales más prestigiosas de España y lanzado recientemente en la Universidad de los Andes.
“A este autor lo conocí cuando hacía mi tesis doctoral en Dublín. Mi trabajo era sobre Mito y Razón, y en algún momento me encontré con su obra y me fascinó. Después de varios años, ya en esta Universidad, decidí traducir sus Himnos como parte de mi plan de trabajo en el Instituto de Literatura”, cuenta.
Si bien Calímaco resulta ciertamente desconocido en la época actual, fue uno de los más influyentes entre los poetas latinos (como Catulo, Ovidio y Horacio) y se mantuvo muy vigente hasta el siglo X aproximadamente. Según explica el académico UANDES, ocupó un cargo de gran importancia en el Museo y Biblioteca de Alejandría, que era el centro cultural y de estudios más relevante de la Antigüedad. “Fue un poeta en la corte ptolomea y también un scholar, es decir, algo así como un profesor universitario en la biblioteca de Alejandría, que supo aunar armoniosamente su labor de gramático y poeta”, sostiene.
El trabajo de “recuperar” un autor
Para la edición bilingüe de “Himnos de Calímaco”, el profesor Honorato, Doctor en Filosofía, revisó todas las traducciones modernas que le fue posible adquirir.
“Si bien el trabajo que se hace es siempre directo del griego, es necesario
tener a la vista las traducciones modernas al alemán, inglés, francés e
italiano. Sin el trabajo previo de grandes estudiosos y filólogos sería
imposible. Como traductor estoy parado sobre los hombros de gigantes”, comenta,
ya que además de la dificultad propia del griego, el dialecto que usa Calímaco
en los himnos está lleno de giros idiomáticos y palabras que solo él usa. “Calímaco
fue, en muchos sentidos, un innovador y posee cierto aire moderno que fascina”,
asegura.
Para el académico, la labor de interpretación que realiza cada traductor es
clave. En general, estas incorporan su visión, lo que se refleja en las decisiones
que toma al traducir y en los comentarios que va realizando. En el caso de esta
traducción de Calímaco, además, el aparato de notas es muy nutrido, ya que se hace
muchas referencias a ninfas, ríos y ciudades que para un lector moderno
resultan desconocidas.
Durante el lanzamiento del libro, que se realizó el 23 de mayo, los profesores y poetas Rodrigo Cordero, del Instituto de Literatura UANDES, y Cristóbal Joannon, de la Universidad Adolfo Ibáñez y director de la colección de traducciones Ediciones Tácitas, conversaron en torno a la figura de Calímaco en Alejandría, el contexto cultural de la época y el valor de este trabajo, el cual no habría sido posible “sin la libertad y la confianza que la Universidad entrega a sus profesores”, comentó Honorato.
Actualmente, el profesor UANDES se encuentra trabajando en una nueva traducción, la historia de amor de Hero y Leandro, del poeta bizantino, Museo.