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Martes 22 de Marzo de 2022
En este exhaustivo trabajo, el investigador sostiene que entre 1933 y 1939 existió una ola inmigratoria gigante. A Chile llegaron cerca de 13 mil judíos europeos, escapando de la discriminación y del del nazismo.
El libro, “Las puertas se cierran. El cuerpo consular y la inmigración judía a Chile durante el Tercer Reich”, fue recientemente publicado por el director del Departamento de Historia del Derecho, Enrique Brahm.
La obra obedece a una exhaustiva investigación del historiador en el que aborda que con la llegada de Adolf Hitler al poder en 1933, el Anschuluss y la “noche de los cristales rotos” de 1938, que mostraron la cara más radical y violenta de antisemitismo nazi, a lo seguirían los horrores de la invasión de Polonia tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939, provocaron una gigantesca ola inmigratoria. La población de origen judío de los territorios que terminaron por quedar bajo dominio de la Alemania nacionalsocialista buscaría escapar del duro y trágico destino que les esperaba. Pero, en general, el mundo tendería a cerrarle las puertas. Casi ningún país estaba dispuesto a recibirlos. En una época marcada por la cesantía, por los prejuicios contra los judíos y en la que Auschwitz resultaba algo todavía inimaginable, no se estaba dispuesto a recibir grandes cantidades de inmigrantes. Chile no sería la excepción. El Ministerio de Relaciones Exteriores a través de su Departamento Consultar, aplicaría una política restrictiva, buscando reducir a un mínimo el ingreso de judíos. Los prejuicios antijudíos y hasta el antisemitismo también fueron una realidad en el Chile de las primeras décadas del siglo XX.
Puedes leer un reportaje publicado en diario El Mercurio (Artes y Letras) y también ver una entrevista emitida en Mega Plus.