Estudiantes de Medicina participaron en Curso de Sensibilidad Cultural en la Universidad de La Sabana, Colombia

A través de una beca gestionada por Relaciones Internacionales UANDES y la Escuela de Medicina, tres alumnos de 6°año de Medicina, participaron en el curso corto “Sensibilidad Cultural en Salud” que se realizó entre el 13 y 15 de noviembre, en la Universidad de La Sabana, en Chía, Colombia.

Magdalena Dooner, Lucas Tortello y Hélène François, internos de Medicina, asistieron a talleres en el hospital simulado del campus, visitaron una comunidad de adultos mayores y también visitaron el centro de Bogotá.

“Nos animamos a participar ya que era una tremenda experiencia académica y de vida, que prometía abordar la Medicina y su aplicación vivencial desde su dimensión más humana”, explicaron los estudiantes y agregaron que realizaron actividades teóricas y prácticas: “Por un lado, participamos de seminarios y conversaciones de distintas perspectivas de la sensibilidad cultural con profesionales expertos en el tema, con una trayectoria de trabajo admirable. Pero también nos vinculamos directamente con la comunidad acudiendo al encuentro cultural: compartimos con estudiantes de Medicina de la Universidad y becados de Medicina Familiar, de quienes aprendimos mucho, participamos de una intervención con adultos mayores de la Fundación Manuelita, conocimos el campus y la clínica universitaria, y la calidad de sus profesionales, y realizamos simulaciones clínicas. También recorrimos la cuidad de Bogotá, analizando su rol como determinante social y cultural de la salud. Y por supuesto, no nos quedamos atrás con conocer la gastronomía local”.

Los jóvenes destacaron el aporte que significó esta experiencia en su formación como médicos: “El recibimiento, la calidez y la acogida, junto con todo lo que aprendimos, fue un aporte gigante a nuestra formación profesional. Pudimos profundizar en este concepto de “sensibilidad cultural”, un tema no muy conversado en la carrera, pero que, sin ser conscientes de ello, se aborda en cada una de las interacciones con el paciente. Si pudiéramos, de alguna manera, resumir lo principal del aprendizaje que nos llevamos, es la invitación a una medicina centrada en el paciente, que tome como punto de partida su individualidad, sus diferencias, sus creencias y su contexto. A escuchar, vincularnos profundamente y a tener paciencia en un mundo centrado en la inmediatez, a ver personas y no valores de laboratorio o resultados. Esto es lo que finalmente nos permitirá ejercer la verdadera medicina y darle una atención de calidad al paciente”.