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Viernes 21 de Junio de 2019
Para finalizar su curso, alumnos de la especialidad de Obras Civiles de Ingeniería Civil debían construir una bola de bowling de 20 cm de diámetro, utilizando hormigón reforzado con fibras, y una probeta de hormigón permeable, y someterlas a diferentes pruebas.
Como cierre de las actividades prácticas que realizan los estudiantes de Ingeniería Civil en Obras Civiles en el laboratorio UANDESLab durante el curso Materiales de Construcción, se realizó una competencia para poner a prueba sus conocimientos.
El desafío consistía en construir una bola de bowling de 20 cm de diámetro, utilizando hormigón reforzado con fibras, y una probeta de hormigón permeable, y someterlas a diferentes pruebas.
Ambos materiales, explica el profesor de este curso, Álvaro Paul, son parte de lo que se conoce como hormigones especiales y no se usan comúnmente en Chile. “Los hormigones permeables, por ejemplo, poseen una alta capacidad de drenaje, pero no son capaces de soportar grandes cargas, por cual tradicionalmente se utiliza en estacionamientos y caminos de bajo tráfico para evitar que las aguas lluvia sean acumuladas. En tanto, los hormigones con fibra pueden mejorar la capacidad para resistir impactos, aumentar algunas propiedades mecánicas y controlar de mejor forma el agrietamiento, entre otros usos”, explica.
La primera prueba consistía en cumplir con requerimientos determinados de diseño. La bola de bowling reforzada con fibra debía ser esférica y con una superficie regular. Esto se puso a prueba lanzándola en forma recta, por un tramo de cinco metros, hasta botar un conjunto de palitroques. “El mayor desafío aquí, comenta el profesor, era lograr preparar un moldaje adecuado y ser capaz de llenarlo con un material que no es fácil de trabajar. Las fibras utilizadas no podían estar disponibles comercialmente y no tenían que ser metálicas”, comenta.
En el caso de la probeta de hormigón permeable, el material debía permitir exactamente una permeabilidad de 0,25 cm/s. “Hay varias formas de confeccionar hormigones permeables, pero no es trivial apuntarle a una permeabilidad específica”, sostuvo el académico.
Ambos elementos fueron sometidos además a pruebas de resistencia, con lo cual se buscaba maximizar sus propiedades mecánicas.
Los materiales de cada grupo eran evaluados en comparación al desempeño del resto, es decir, el mejor resultado servía como vara de medición para el resto. “Lo que se busca con esta actividad es que los alumnos tengan que resolver un problema complejo en forma más autónoma, idealmente aplicando conceptos vistos en el semestre”, comentó Álvaro Paul, quien destacó el nivel de los proyectos y la colaboración del grupo de ayudantes y de los encargados del UANDESLab.