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Miércoles 3 de Agosto de 2022
Las complicaciones del embarazo o parto ligadas a la hipertensión gestacional son la principal causa de muerte materna y perinatal en Chile.
No se sabe qué la causa, pero sí sus consecuencias. La preeclampsia es una enfermedad que afecta a 1 de cada 15 embarazos y provoca el 25% de las muertes maternas en nuestro país, además de estar asociada a crecimiento fetal anormal, parto prematuro y hasta la muerte del feto en gestación.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza a partir de la semana 20 de embarazo, por cambios clínicos como aumento de la presión arterial y aumento excesivo de peso y de laboratorio como perdida de proteínas en la orina en los controles del embarazo. Debido a su gravedad, la detección precoz de la enfermedad -esto es antes de que se haga clínicamente evidente- permite el seguimiento oportuno de estas pacientes e intervenciones que pueden ayudar a evitar las complicaciones en la madre y su hijo. Sin embargo, la capacidad predictiva que existe para el manejo de estas pacientes sigue siendo muy limitada.
Un estudio liderado por el Centro de Investigación e Innovación Biomédica (CiiB) de la Universidad de los Andes y el Centro de Excelencia IMPACT, estableció que la presencia de una molécula de ARN (ácido ribonucleico) en el plasma sanguíneo durante las primeras semanas de embarazo está asociado al riesgo de desarrollar preeclampsia, lo cual fue validado al estudiar las placentas de las pacientes participantes de la investigación. Esta molécula, tiene un alto potencial como biomarcador debido a que el ARN es más sencillo de detectar y cuantificar a costos relativamente bajos, gracias a las tecnologías disponibles en los laboratorios clínicos.
El investigador de IMPACT y uno de los autores principales del estudio, Gino Nardocci, explica que los biomarcadores “son moléculas que permiten tanto identificar como predecir alguna patología o condición de un paciente. En el caso de nuestra investigación, estudiamos una molécula ARN que tiene una especificidad alta y que se sobre expresa en el plasma sanguíneo y la placenta de pacientes con preeclampsia”, asegura.
Este avance ofrece una gran oportunidad para la detección temprana de esta enfermedad y por ende un tratamiento que permita salvar vidas. “Actualmente se diagnostica la preeclampsia desde la semana 20 de gestación con las formas tradicionales de toma de presión arterial y muestras de orina para evaluar la presencia de proteínas. Con este biomarcador podríamos detectarla desde el inicio del embarazo, esto sería antes incluso que los síntomas aparezcan. La preeclampsia es un problema de salud importante considerando que entre un 5% u 8% de los embarazos en Chile la tienen. El detectar pacientes en riesgo de desarrollar preeclampsia al inicio del embarazo, pacientes que están asintomáticas, abre una ventana de oportunidad de hacer intervenciones que eviten la aparición del cuadro clínico, evitando así las complicaciones a las que esta se asocia”, señala Sebastián Illanes, ginecólogo de la Clínica Universidad de los Andes y parte del equipo investigador del Centro IMPACT.
En una segunda etapa, el estudio se centrará en analizar otros biomarcadores que ayuden a predecir y diagnosticar tempranamente esta patología. “Creo que tenemos una gran proyección a futuro porque si identificamos distintos biomarcadores, si tenemos un patrón final, esta tecnología va a ser totalmente asequible para la gente con un gran potencial de identificación”, concluyó Nardocci.
El Centro de Excelencia IMPACT es liderado por la Universidad de los Andes y cuenta con financiamiento de la Agencia Nacional de Innovación y Desarrollo, ANID; la participación de la Pontificia Universidad Católica, Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y Universidad de La Frontera, además de la colaboración de la Clínica Universidad de los Andes.