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Viernes 9 de Diciembre de 2022
“Casimiro y la Carmen” fue representado por estudiantes de la Universidad de los Andes entre el 7 y el 12 de noviembre.
El anfiteatro del edificio de Ciencias fue el escenario del 14° montaje de la Academia de Artes Escénicas (ADAE) de la Universidad de los Andes, que convocó a grandes y pequeños en un montaje sobre los sueños de los actores chilenos de la década del 30. “Casimiro y la Carmen”, basada en la obra del dramaturgo chileno Armado Moock “Casimiro Vico, primer actor”, fue versionada especialmente por el equipo de dirección de la ADAE encabezado por Felipe Castro.
Durante casi 7 meses, los integrantes de la ADAE compatibilizaron los ensayos de esta obra de época con sus clases y estudios… y el esfuerzo rindió sus frutos. Semana a semana fue creciendo “el cariño, la alegría, las buenas energías, el compañerismo… realmente nos volvimos una familia, donde no había rivalidades, ni malos ratos, solo gente que desborda en talento con la cual progresas y avanzas como persona”, destaca la alumna de Odontología Josefina Ansieta, quien fue una de las dos intérpretes de Carmen.
Sobre la obra, Pedro Hirmas, alumno de Ingeniería Civil comenta que lo que más le gustó fue “el realismo que se debía interpretar, muy distinto de las obras de años anteriores, esto llevó a que el vestuario, los bailes y canciones fueran impresionantes”. “Fue un musical muy completo, con bailes increíbles y muy difíciles, con gran exigencia actoral y la necesidad de adecuarse a una época histórica concreta”, agrega quien interpretó a Bafallul.
“Casimiro y la Carmen” fue un veredero viaje a la memoria de nuestro país. A través de personajes entrañables, la música, los bailes, los sueños de los artistas de esa época, los espectáculos de las fiestas de la primavera, el amor por el teatro y el coraje por defender lo amado, esta comedia permitió que el público soñara junto con a los protagonistas, entre corridos mexicanos, charleston y tangos, interpretados por una orquesta en vivo.
Francisco Pérez, alumno de último año de periodismo y uno de los dos intérpretes de Casimiro, destaca el gran trabajo del equipo de la ADAE, que “siempre encuentra formas de sorprenderte con nuevos desafíos, desafiándote a salir de tu zona de confort, a probar cosas nuevas que siempre te llevan a aprender algo nuevo, que puedes aplicar más adelante en la vida”.
Esta instancia de formación co-curricular impulsada desde hace 14 años por Vida Universitaria permite reflexionar sobre los grandes temas que tratan los clásicos literarios. “Con esta obra me he dado cuenta que la actuación es una forma de revivir tiempos y momentos de la vida pasada y dar a conocer nuevas realidades que te abren la mente y al final logran que uno esté consciente de las personas que vivieron, viven y vivirán en esta gran historia que es la vida”, concluye Pedro Hirmas.