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Viernes 7 de Octubre de 2022
El pasado jueves 8 de septiembre, la Reina Isabel II falleció en su residencia escocesa de Balmoral, rodeada de su círculo más cercano, a los 96 años. Desde el primer minuto en que sus médicos expresaran preocupación por su estado de salud, el mundo completo se volcó a los medios de comunicación y redes sociales para seguir en tiempo real cómo se iba desenvolviendo esta historia. A medida que se iba conociendo la información oficial las reacciones fueron múltiples -y variadas- desde todos los rincones del mundo. José Manuel Cerda, profesor de nuestra Universidad, ha seguido de cerca la vida de la monarquía. Es doctor en Historia Medieval, por lo que su aporte desde la academia fue primordial tanto en medios nacionales como internacionales.
A casi un mes de la muerte de la Reina Isabel, como historiador ¿Qué reflexión haces frente a este hecho histórico?
Lo que ha sucedido parece una impresionante paradoja. En plena modernidad con todos los avances sociales, políticos y tecnológicos, el mundo entero se detuvo ante la muerte de una reina, una mujer que fue cabeza de una de las instituciones más tradicionales y milenarias que todavía subsiste, funciona y produce fascinación como es la monarquía. Para quienes estudiamos la Inglaterra medieval nada de lo sucedido es realmente una paradoja porque se entiende el origen y sentido de estas tradiciones y rituales y por qué apelan a nuestros sentidos de una manera muy especial. El Reino Unido ha mostrado que el respeto por las tradiciones y costumbres es perfectamente compatible con la modernización, el progreso y la vanguardia. Por eso es que la cultura medieval no solo está en la ficción de Juego de Tronos y el Señor de los Anillos, sino también en nuestra actualidad internacional.
Esa mañana, al enterarte de la noticia ¿Cuál fue tu primer pensamiento?
Ya me había preparado bastante porque hace unos meses había terminado de redactar un libro sobre la historia de la monarquía británica donde abordo la muerte de los monarcas. Isabel II ya tenía 96 años y había dado algunas señales políticas como aprontes de un final cercano. También se le notaba muy afectada por la muerte del Príncipe Felipe, quien la acompañó y apoyó durante 74 años de matrimonio. Mi primera reacción tras conocerse la muerte de la reina el 8 de septiembre fue de mucha pena, como si hubiese partido un ser querido, sentimiento que se mezcló rápidamente con la adrenalina por la avalancha de entrevistas que se se venían.
Hubo una vorágine de información que comenzó a circular de manera inmediata, el estado de salud de la reina, el viaje de la familia al lugar y luego su fallecimiento. Tuviste un rol activo en medios ¿Cómo fue esa experiencia?
Antes de conocerse el fallecimiento de la reina ese día ya había participado en dos matinales, mientras el teléfono no dejaba de sonar sobre la mesa de mi escritorio. Desde hace unos meses que trabajo con el canal Telemundo (NBC Universal) de Estados Unidos entregando contenido histórico a las noticias. Estuve todos esos días de duelo dando entrevistas, participando en las noticias y comentando transmisiones en vivo de todos los funerales y protocolos que se desplegaron esos días. Me entrevistaron además desde México, Perú, Colombia, Ecuador y Argentina. Una noche incluso me pasé de las noticias de T13 a un programa de TVN en unos pocos minutos. Fue todo muy frenético.
¿Alguna anécdota?
Quizás la mejor anécdota es que me contactó BBC Mundo desde Londres para comentar su transmisión del funeral y tuve que rechazar la propuesta por mi compromiso con Telemundo.
Ahora con ya algún tiempo transcurrido ¿pudiste decantar la experiencia?
Creo que tiene que pasar más tiempo para poder entender a cabalidad todo lo que pasó esa semana sobre todo cuando se trata de una institución que ha durado siglos. Pero la experiencia que tuve con los medios dejó muy en claro que sin la historia no se puede entender el presente, no podemos comprender realmente quienes somos. La historia medieval se considera algo lejano, oscuro y extraño, que no tiene nada que ver con nuestra cultura y sin embargo todos los rituales, protocolos y ceremonias que tuvieron al mundo entero mirando con fascinación al Reino Unido esos días, no son más que una coreografía mediática si no se entienden como el producto de tradiciones que se han forjado durante siglos y que nacen precisamente en la Edad Media. Los académicos tenemos el deber de trabajar con los medios de comunicación porque la gente se merece entender el mundo en el que vive.
Falta la coronación de Carlos ¿Cuándo será? ¿tienes planeado viajar?
No se ha anunciado la fecha todavía. El Reino Unido quiere vivir intensamente la partida de una reina tan extraordinaria como Isabel II antes de disponerse a la organización de un momento estelar y fantástico como es la próxima coronación. Todo se organizará minuciosamente porque no es solo un rito de entronización del nuevo monarca sino que es la forma que el Reino Unido y su institución más prestigiosa quieren mostrarse al mundo. Carlos III ya tiene todas las facultades y la autoridad tras la muerte de su madre y por lo tanto no hay apuro. Seguramente se elija algún día del próximo verano europeo para asegurar un buen clima en Londres. Voy a tener la maravillosa oportunidad de viajar a Londres con el equipo de Telemundo para comentar la transmisión en vivo y en directo de la ceremonia de coronación en la Abadía de Westminster. Ahora estoy buscando una editorial que quiera publicar mi libro y así llegar a muchos lectores con la milenaria historia de la monarquía británica.
Revisa aquí una de sus participaciones para Telemundo