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Martes 28 de Mayo de 2019
Desde de diciembre, el profesor de la Facultad de Ingeniería colabora con académicos de la Universidad Adolfo Ibáñez, en esta nueva línea de investigación.
Fue en la última conferencia Medyfinol que se realizó en diciembre pasado en la Universidad de los Andes, cuando nace la idea, para el doctor en Matemáticas y profesor investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, Jaime Cisternas, para colaborar con los académicos Paula Mellado y Andrés Concha de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Se trata de una nueva línea de trabajo, a la cual se sumó a fin de año, y que presentó recientemente en uno de los coloquios de investigación que se realiza todas las semanas en la Facultad.
“Uno de los aspectos más entretenidos de ser científicos es la de colaborar con otras personas, de la misma institución o de otra. La colaboración permite llegar a resultados de mayor calidad e impacto. Es lógico, porque si uno no entusiasma a otros a trabajar juntos, tampoco va a generar interés con las publicaciones o presentaciones”, cuenta.
Bajo el título “Cadenas dipolares y sus ramas ocultas”, el académico se refirió a dipolos magnéticos, básicamente imanes (con polos norte y sur) que pueden girar en torno a un eje.
El experimento, comentó, consiste en colocar estos dipolos de forma lineal, equidistantes entre sí, pero dejándolos libres para girar. Debido a las fuerzas magnéticas de atracción (polo norte y polo sur) y de repulsión (al unir los mismos polos), los dipolos tienden a alinearse formando una cadena.
Según Cisternas, esta situación cambia al introducir un campo magnético externo, apareciendo gran cantidad de transiciones dependiendo de la cantidad de dipolos y de las distancias entre ellos. “Es un experimento super sencillo, que se fabrica con elementos baratos, y que muestra un montón de detalles sorprendentes, porque si la fuerza externa no es ni muy débil ni muy fuerte, aparecen nuevas configuraciones de los dipolos para las cuales nuestra intuición no está preparada”, sostiene. “Mi aporte consiste en aplicar las ideas de teoría de bifurcaciones, intentar nuevas situaciones y de calcular soluciones inestables que, aunque en principio son imposibles de observar en el experimento, explican las simetrías ocultas del sistema”.