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Viernes 4 de Junio de 2021
Desde hace seis años, Diego Silva se desempeña como docente clínico de la Escuela de Kinesiología en la Clínica Universidad de los Andes. Hoy, desde España, nos cuenta como ha sido enfrentar la pandemia como profesional y estudiante.
En marzo del año pasado, cuando la pandemia de Covid-19 llegó al país, los servicios de salud debieron adaptarse a un nuevo sistema de atención, para el que muy pocos estaban preparados, los especialistas se organizaron en turnos éticos para atender a pacientes que no podían suspender el tratamiento y, en la mayoría de los casos la presencialidad fue reemplazada por la atención a distancia.
“Nos fuimos adaptando y en paralelo comenzamos a investigar sobre la importancia de la telerehabilitación. En países como Australia y EE.UU, la telerehabilitación es utilizada hace aproximadamente 10 años como una herramienta que busca limitar las dificultades con los pacientes respecto de las barreras geográficas y de transporte y, de esa manera, acrecentar el efecto terapéutico, a través de videollamadas y pautas de ejercicio”, explica Diego Silva, kinesiólogo y docente clínico de la Escuela de Kinesiología en la Clínica Universidad de los Andes.
Este proceso de adaptación fue mejorando con los meses, en un comienzo los pacientes se contactaban a través de una videollamada “informal”, hasta que la clínica aplicó un sistema de videollamadas en el cual los especialistas podían realizar una entrevista y valorar y evaluar al paciente.
“La atención a distancia tiene algunas limitaciones, como la palpación, el desarrollo de los sentidos, sobre todo táctiles sobre la movilidad de las articulaciones. Sin embargo, esto permitió desarrollar la intuición profesional, un sentido a través del cual vamos planteándonos hipótesis de los diagnósticos de nuestros pacientes, los que vamos confirmando o descartando de acuerdo con las entrevistas que realizamos con ellos”, agrega el especialista.
En cuanto al trabajo con alumnos, Diego comenta que este ha sido un año en el que se han debido adaptar a nuevos ritmos y tiempos de trabajo con los estudiantes. “Todos nos hemos adaptado a un nuevo estilo de trabajo, ahora evaluamos a los alumnos con una nota semana a semana y eso permite entregar feedback, una retroalimentación más constante, con una valoración de aspectos positivos y otros a mejorar semana a semana”, agrega.
El docente clínico además comenta que “los alumnos han podido ir retomando sus actividades prácticas, en el área de hospitalización han podido ver directamente lo que se está haciendo hoy en día con los pacientes ventilados por Covid y eso les entregará una experiencia única”, agrega.
Si bien este año no ha sido fácil, el especialista comenta que este período les ha permitido ampliar su visión de futuro y conocer las nuevas tecnologías que están disponibles para mejorar la atención de los pacientes.
“El trabajando en pandemia, para mí se resume como un proceso de adaptación, en el que hemos ampliado la visión de futuro, lo que se viene en materia de telemedicina, telerehabilitación y hemos conocidos las nuevas tecnologías que tenemos a mano hoy en día para poder ser más eficientes y efectivos con nuestros tratamientos”, explica Diego.
Por otra parte, el kinesiólogo también ha conocido como ha cambiado el mundo de los estudiantes debido a la pandemia, ya que hoy se encuentra en Madrid, España, realizando un magíster en fisioterapia invasiva, impartido por la Universidad San Pablo.
“He podido aprovechar este año en pandemia para crecer en una herramienta que también se viene en los próximos años, con visión de futuro, que es la ecografía musculoesquelética”, concluye Diego.