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Miércoles 30 de Junio de 2021
Bajo el contexto en el cual se encuentra el país, el equipo liderado por Carol Neumann junto a las coordinadoras de centros de práctica Josefina Cruz y Bárbara Labbé debieron diseñar un modelo de práctica que considerara dos modalidades: la híbrida y la presencial. De esta manera, si el centro de práctica de alguno de los estudiantes se encuentrase en Fase 1, estarían preparados para apoyar a los docentes en las clases online; conectándose a las clases sincrónicas, realizando cápsulas de video de aprendizaje, o creando material de apoyo. De esta manera, si el centro se encuentra en Fase 2 en adelante, y reabre sus puertas de modo presencial, los alumnos asisten de forma presencial cumpliendo todos los protocolos internos de prevención de COVID-19 que tiene el establecimiento.
¿Cuales han sido los principales desafíos?
La directora de los centros de práctica, Carol Neumann, comenta que estos no han sido pocos. Algunos centros no estaban recibiendo alumnos en práctica debido a los protocolos sanitarios especialemente por la restricción de aforos y también por la incertidumbre de cómo evolucionaría la crisis sanitaria por coronavirus. De esta manera “realizamos una búsqueda exhaustiva, hasta que logramos ubicar a los 370 alumnos de pregrado de nuestra Facultad en colegios o jardines. Por lo mismo, estamos eternamente agradecidos de estos establecimientos que se comprometieron con la formación inicial de los futuros educadores”. Otro gran desafío, estima la académica, ha sido la gestión relativa al avance y retroceso de fases, pudiendo coordinar debidamente la integración presencial de las prácticas de los alumnos cuando ciertas comunas comenzaron a avanzar a fase 2. También existían muchas dudas, por parte de los alumnos, respecto a qué pasos seguir si ellos eran contacto estrecho de un contacto estrecho, por ejemplo. Frente a esos casos, la Coordinación de Centros de Práctica ha resguardado seguir todas las indicaciones y medidas preventivas indicadas por el las autoridades sanitarias. “Nos consta que nuestros estudiantes cumplen con todos los protocolos que sus centros de práctica les exigen para prevenir posibles contagios” destaca.
“Creemos que este año en particular ha sido de gran aprendizaje para la formación de nuestros estudiantes y estamos muy orgullosos del trabajo que han demostrado. Han sabido adaptarse a los contextos. Los hemos visto brillar al realizar intervenciones en clases sincrónicas online, logrando la atención y la participación de los niños y niñas que tienen detrás de la pantalla. Asimismo, al volver a la presencialidad, muchos han tenido que aprender a enseñar en contextos híbridos, preocupándose de hacer participar a alumnos que tengan en la sala, como otros que están conectados desde sus casas. Otros están en contextos completamente presenciales, teniendo que transmitir empatía y clima positivo detrás de una mascarilla. Estamos seguros de que la práctica que están viviendo este 2021 los marcará enormemente en su formación y será una experiencia que nunca olvidarán, ya que no solo están pudiendo aplicar las habilidades y estrategias que les permitirá ser buenos profesores, sino que además están superando desafíos, siendo empáticos y responsables según los distintos contextos y están desarrollando al máximo la capacidad de adaptación” concluye Carol.
Catalina Ferrer
“Tener práctica en época de pandemia ha sido una experiencia difícil, pero a la vez una gran oportunidad de aprendizaje. Este año he tenido la suerte de tener práctica presencialmente y de modo online.
Cuando tuve mi práctica presencial, no se sintió como otros años. Uno no tenia tanta libertad como antes por los nuevos protocolos por covid, pero todo lo demás sigue siendo como otros años, acompañas a los niños en el recreo, ayudas a tu profesora mentora, resuelves dudas y haces clases de vez en cuanto.
Pero después de un tiempo, me toco irme a mi casa a hacer clases online y ese fue el mayor reto que he tenido en toda mi carrera. Muchas cosas ocurren en las clases online, se te va el internet, los niños se van de la clase, no te escuchan los niños, hablan encima de otros y mas, pero algo positivo que puedo rescatar es que me ha ayudado a convertirme amiga de la tecnología. Este momento fue en el que me convertí en experta de Zoom, Nearpod, Powerpoint, entre otros. También empecé a usar juegos y actividades online para que mis niños disfrutaran de las clases.
Mi opinion sobre la práctica en general es que es una gran oportunidad para aprender. Uno en clases aprende técnicas, teoría, etc, pero donde uno mas aprende es ahí, en el colegio, con los niños, enseñando.
Todas mis prácticas han sido muy gratas, las profesoras mentoras me han ayudado mucho y recojo mucho de lo que hacen al enseñar para hacer mis clases, también al estar en variados cursos, uno aprende y ve la evolución de los niños de un curso a otro y como enseñar de diversas formas para que ellos aprendan. Si uno estudia bilingüe como yo, la práctica es una gran oportunidad para mejorar mi ingles y además ver el nivel que necesito usar con cada curso, eso solo se puede ganar con la experiencia”.
Augusta Saieh
“Mi experiencia sobre tener práctica en pandemia ha sido bastante desafiante y enriquecedora. En primer lugar, es mi primera práctica y esta se desarrolló en un formato online 100%, por lo que no tenía clara la forma en que iba a funcionar el colegio y las experiencias en las cuales iba a poder participar. Sin embargo, el Colegio con el que estoy trabajando tenía todo organizado y planificado. Las clases están planificadas para lograr altos niveles de concentración de los alumnos por medio de juegos, actividades y experimentos. También, consideran mi presencia como practicante como enriquecedora para ellos, por lo que me permiten distintas oportunidades de intervención. Mi mayor desafío ha sido conocer a los estudiantes y sus intereses, para así poder lograr su atención y captar su interés, ya que por medio de cámaras es más complejo.
Sobre las prácticas a nivel general, considero que estas son instancias fundamentales en la formación como profesora, ya que es cuando se lleva a cabo todo lo aprendido de forma teórica. También, es la manera por la cual uno aprende y se enfrenta a la realidad sobre la educación. Son instancias de crecimiento y formación personal y profesional. Como docente, uno nunca deja de aprender, y en el caso de las prácticas, estas nos permiten enfrentarnos paulatinamente a la enseñanza dentro de la sala de clases. Creo que por medio de las prácticas, he desarrollado confianza en mi y los aprendizajes obtenidos en mi etapa universitaria”.