Suscríbete a nuestro Newsletter
y mantente informado de todo
Viernes 31 de Mayo de 2019
Las exhibiciones, proyecto que nace del trabajo de inventario y catalogación de alumnas del Magíster en Historia y Gestión Patrimonial UANDES, están abiertas al público en el Hospital San Borja de Arriarán y en las dependencias del antiguo Hospital San José.
En el marco del Día del Patrimonio Cultural de la Salud que se celebra a fines de mayo, las profesoras e historiadoras Paloma Valencia, Camila Mellado y María José Mozó, realizaron un recorrido por la historia de la pediatría en Chile, a través de dos exhibiciones que ese día se abrieron al público: una en el Hospital Clínico San Borja Arriarán y, la otra, en la sala de exhibiciones de la Unidad de Patrimonio de la Salud en las dependencias del antiguo Hospital San José.
El trabajo nace como parte del proyecto de grado para el Magíster en Historia y Gestión Patrimonial que las tres docentes estudiaron en la Universidad de los Andes y que consiste en el inventario y catalogación de una parte del instrumental médico pediátrico disponible en el Pabellón Valentín Errázuriz que en la actualidad alberga al Museo de la Salud del Hospital Clínico San Borja Arriarán.
Respecto a las exposiciones, las historiadoras comentan que “ambas exhibiciones son breves y enmarcadas, principalmente, en mostrar instrumental médico, juguetes, elementos kinesiológicos, ropa y cuadros, permitiendo visualizar el inmenso trabajo que realizan día a día doctores/as y enfermeras/os, así como el cariño y detalle con que realizan su labor. Nuestro propósito es salvaguardar estos objetos patrimoniales, puesto que ellos forman parte de la historia del país”.
Dentro de un gran universo, en el Pabellón Errázuriz, edificio declarado Monumento Histórico en 2009, las académicas inventariaron 154 objetos y catalogaron 121, generando una ficha de cada uno, que hoy se encuentra disponible en el repositorio digital del Ministerio de Salud, con el objetivo “de democratizar el conocimiento y hacer accesible la información para todos los interesados en patrimonio de la salud”, sostienen.
¿Cuánto tiempo trabajaron en este proyecto?
Comenzamos a trabajar en agosto de 2017, en la investigación histórica y el marco teórico del proyecto. Fue entonces cuando se nos planteó la oportunidad de realizar dos exposiciones, apoyadas por la Unidad de Patrimonio del MINSAL. Durante el 2018, dimos curso a la catalogación e inventario de los objetos, y en diciembre entregamos el informe final con todo el camino recorrido, incluyendo las propuestas (redacción de guion histórico y museográfico, diseño y selección, entre otros). Finalmente, durante este primer semestre nos dedicamos al montaje de las exposiciones que tenían que estar listas en mayo.
¿Cuáles fueron sus principales desafíos?
Un gran desafío fue coordinar los tiempos de trabajos entre las tres integrantes del proyecto y también, según los horarios del personal voluntario que resguarda los objetos en la Unidad de Activo Fijo e Inventario del Hospital Clínico San Borja Arriaran.
Otro reto fue conciliar el trabajo de cada una, con el proyecto y la familia. Si bien, tuvimos algunas dificultades, finalmente siempre logramos resolver los problemas, realizando un trabajo eficiente y en equipo. Esto nos demuestra que no existe impedimento alguno cuando un grupo está bien afiatado y comunicado.
¿De qué manera les ayudó el Magíster UANDES?
Fue fundamental, en especial, en cuanto a las herramientas que ocupamos para armar el proyecto y ponerlo en práctica, ayudándonos a desempeñar este proyecto de forma muy profesional.
Finalmente, ¿qué significó para ustedes que su trabajo haya sido parte de la Ruta Patrimonial de este año?
Honestamente, mucho orgullo. Como historiadoras y profesoras, entendemos que el patrimonio nos habla de nuestras raíces, de cómo nos comprendemos como nación y que es impresindible que se preserve si queremos construir un futuro mejor.
El Museo Patrimonial de la Salud del Hospital Clínico San Borja Arriarán tiene objetos increíbles, y por lo mismo, el haber trabajado en el montaje de la primera sala del mismo y comenzar el inventario y la catalogación, nos llena de emoción, ya que es un evento importante en la historia de la salud del país. Esperamos que el trabajo continúe de forma profesional y segura.