“Quiero ser formadora de valores y ayudar a los alumnos a enfrentarse a la vida”.

Para Jimena Téllez, Conzuelo Acevedo, Isidora Montecinos y Catalina Hubner, alumnas del Programa de Pedagogía Media para Licenciados (PME) UANDES 2020, estudiar su segunda carrera en contexto de pandemia -con clases online y sin conocer presencialmente a sus compañeros y profesores- ha sido una experiencia totalmente distinta, con diversos aprendizajes.

Jimena Téllez estudió Química y lleva 19 años trabajando en colegios. “He sido muy feliz haciendo clases, pero me faltaba obtener la pedagogía y este año se dio todo para poder concretarlo”, comenta. Escogió la UANDES por la excelencia académica y horario. “Al principio fue estresante aprender el uso de las plataformas online, es difícil no tener contacto personal con los profesores y compañeros, pero al final me favoreció la pandemia porque aprendí a usar herramientas tecnológicas y también porque me ahorré todo el tiempo de los traslados”, expresa Jimena. En el caso de Isidora Montecinos, quien estudió College en Humanidades y lleva 4 años en el Colegio Villa María, llegó al PME UANDES por referencias de amigas que habían hecho el programa hace tiempo y le dieron muy buenas recomendaciones. “Al principio de la pandemia me costó estar todo el día frente a la pantalla, y luego del período de adaptación, siento que la esta situación me benefició en términos de optimización de tiempos”, explica.

Conzuelo Acevedo, Licenciada en Artes Visuales, siempre quiso ser profesora y su deseo es trabajar en colegios vulnerables. “Quienes estudian el PME UANDES tienen 100% vocación, cuando tomas el programa es porque realmente lo tienes que hacer, ya estudiaste una carrera y tienes las cosas mucho más claras. La pandemia, aunque ha sido difícil, me ha beneficiado en el ahorro del tiempo de traslados, que en mi caso eran más de 3 horas diarias. Creo que es una gran opción para las universidades descentralizar la educación y hacerla online o semipresencial”, detalla la Licenciada en Artes Visuales.

Para Catalina Hubner, enfermera UC, este año ha sido bastante particular. Renunció a su  trabajo en la Clínica Familia, institución de salud que se dedica a los cuidados paliativos, para ingresar al programa y en junio y julio, durante el peak de la pandemia, volvió a trabajar por la emergencia sanitaria. “Este año eché de menos lo presencial, pero gané tiempo al evitarme los traslados. Creo que sería bueno el sistema semi presencial”, agrega.

Las cuatro alumnas concuerdan en que han tenido un excelente curso y una muy buena relación entre sus compañeros y con sus profesores. “Para mí, crear vínculos es más relevante que pasar contenidos en mis futuros alumnos”, opina Conzuelo. “Quiero ser un referente de apoyo para mis alumnos”, acota Isidora. Jimena enfatiza que lo relevante a futuro, para ella, es ser cercana, darse el tiempo de escuchar a los alumnos y transmitir pasión por la asignatura que está enseñando, conectar la asignatura con la vida cotidiana, que vean la materia como una herramienta para el día a día. Y Catalina concluye: “Quiero ser formadora de valores y ayudar a los alumnos a enfrentarse a la vida”.