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Viernes 24 de Enero de 2025
Rafael es egresado de Derecho de la UANDES y ha llevado su vocación de servicio al ámbito diplomático, desempeñándose actualmente como Cónsul en Haití. Su decisión de seguir esta carrera estuvo influida por una tradición familiar, anécdotas inspiradoras y su interés por viajar, conocer otras culturas y comprender la realidad de los chilenos en el extranjero.
“La formación que recibí en la UANDES fue clave para mi desarrollo profesional. Me ayudó a cultivar constancia, vocación de servicio, habilidades de expresión oral y escrita, y el desplante necesario para comunicarme en público, todas competencias esenciales en mi labor como diplomático”, destaca Rafael.
Durante su paso por la Universidad, las enseñanzas del profesor Alejandro Romero dejaron una huella especial. “Nos insistía en aprovechar al máximo la biblioteca y también en conocer la práctica de nuestra profesión recorriendo las calles de Santiago. Esos aprendizajes han sido fundamentales tanto en mi vida personal como profesional”, comenta.
En su rol como Cónsul, Rafael aplica valores como la ética, el profesionalismo y la paciencia para asistir a personas en situaciones de alta complejidad, propias de un contexto desafiante como el de Haití. “Aquí se necesita vocación de servicio para enfrentar la violencia, la miseria y las frustraciones, pero la satisfacción de ayudar a una familia y cambiarle la vida no tiene precio”, afirma.
A quienes sueñan con una carrera diplomática, Rafael les aconseja prepararse con tiempo, mantenerse informados sobre la realidad internacional y no desanimarse ante las dificultades. “El proceso es una maratón que exige mucho a nivel anímico y psicológico. Además, es importante tener una historia que vincule su vida y experiencia con la diplomacia”, concluye.
El impacto del trabajo diplomático, según Rafael, trasciende fronteras al contribuir a un mundo mejor, defender los intereses de Chile y difundir su cultura. Desde Haití, su labor abarca ámbitos multilateral, bilateral y consular, fortaleciendo la cooperación y apoyando a las comunidades locales. “A pesar de estar al fin del mundo, Chile tiene mucho que aportar y dar a conocer”, finaliza.