Suscríbete a nuestro Newsletter
y mantente informado de todo
Miércoles 2 de Septiembre de 2020
El gineco-obstetra dirige un equipo de médicos y científicos que estudian la fisiopatología y predicción de enfermedades relacionadas con la placenta.
El doctor Sebastián Illanes llegó a la UANDES en 2000 y desde entonces ha desempeñado diversos roles académicos. Es gineco-obstetra especialista en medicina fetal, investigador y profesor titular de la Facultad de Medicina, en donde imparte docencia en pre y postgrado. Durante estos 20 años también ha profundizado lazos – nacionales e internacionales – para seguir ahondando en el área de investigación que lo apasiona: la medicina fetal.
Después de sus estudios de posgrado en Chile e Inglaterra (Magíster en Biología de la Reproducción de la Universidad de Chile y la subespecialidad en Medicina Materno Fetal en la Universidad de Bristol), y con el apoyo de las principales agencias de investigación chilenas, desarrolló una Unidad de Medicina Perinatal con colaboraciones nacionales y extranjeras. Ahí adquirió experiencia en ensayos clínicos, reclutamiento de pacientes, investigación traslacional y biotecnología e innovación. Y como parte de estas actividades de investigación, dirige un equipo de médicos y científicos que estudian la fisiopatología y predicción de enfermedades relacionadas con la placenta.
El investigador cuenta que decidió dedicarse a la medicina fetal porque “sentí que era un área en que mi formación humana podía ser un aporte. En cierto sentido, el feto es un paciente absolutamente dependiente, indigente y, por lo tanto, absolutamente necesitado de ayuda, ya que incluso su vida no depende de él mismo. Me pareció fascinante esta realidad y por eso decidí dedicarme a esta área del conocimiento”.
Su interés por la investigación surgió después de terminar de estudiar Medicina. Tal como él mismo señala “soy un converso tardío. Mi interés por la investigación fue despertándose paulatinamente a medida que avanzaba en mis estudios de pre y posgrado (…) fue clave para despertar mi pasión por la investigación el Magíster que hice en la Universidad de Chile justo al terminar mi beca. Ya estaba lo suficientemente maduro para saber lo que quería y a dónde quería llegar. Luego, mi profesor Peter Soothill en Inglaterra, con quien hice la subespecialidad, me ayudó a llevar a la práctica esa pasión por la investigación”.
Otro de los motivos que llevaron al Dr. Illanes a involucrarse en el mundo de la investigación fue el ejemplo de personas que dedicaron su vida a esta labor, como su padre, ingeniero pesquero cuya área de investigación fueron los cultivos marinos (ostiones principalmente); y las oportunidades que se le presentaron: “El haber llegado a la Universidad cuando estaba todo por hacerse, me ayudó a dedicarme a áreas que teníamos en pañales, como la investigación en clínica. Hay que destacar que este impulso no fue espontáneo, sino liderado por los que llegaron primero y que tuvieron la visión y sabiduría de impulsar a clínicos como yo para que nos dedicáramos a la investigación”, aclara.
En cuanto a la Medicina Fetal en Chile, el gineco-obstetra que actualmente es parte del directorio de la International Society of Prenatal Diagnosis y es profesor adjunto de la Wayne State University (EE.UU), manifiesta que hay investigación de calidad pero a pequeña escala, muy buen capital humano, pero escasos recursos disponibles. “Los que nos dedicamos a esta área de la investigación somos solo un puñado de especialistas. Sin embargo, he descubierto que permite hacer mucha colaboración con otras áreas del saber, lo que me ha llevado a establecer redes nacionales e internacionales para mejorar lo que hago”.
Actualmente, divide su tiempo entre la investigación, la docencia, sus pacientes en la Clínica Universidad de los Andes, en la Clínica Dávila – en donde dirige también la investigación del Departamento de Obstetricia y Ginecología – y su familia. Tiene nueve hijos, con quienes disfruta hacer actividades al aire libre como excursiones o paseos. “No es fácil compatibilizar todos los roles, pero tengo la suerte de tener una esposa extraordinaria. Sin ella nada de esto sería posible, ella permite que las cosas encajen aunque pareciera imposible agregar más actividades. Soy investigador y académico, puedo ejercer una labor clínica intensa y ser padre de nueve hijos gracias a que ella está siempre presente”, confiesa. La investigación requiere de trabajo en equipo y de nuevas generaciones de profesionales de la salud que se motiven a investigar. En este sentido, el Dr. Illanes comenta que este camino “vale la pena. Es cierto que hay que hacer sacrificios, pero en el suma y resta, es una vía de desarrollo profesional y personal fascinante”.