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Miércoles 27 de Febrero de 2019
Más de 220 profesionales participaron el 24 de enero en el Seminario de Dirección de Personas, que organizó la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes, con el objetivo de ofrecer actualización respecto de temas centrales de la empresa y lanzar sus programas de educación continua para este año.
Los expositores fueron Loreto Larraín, psicóloga, máster en Dirección de Recursos Humanos y coach; Ricardo Leiva, Doctor en Comunicación por la Universidad de Navarra; y Christian Storaker, MBA del ESE Business School y socio y gerente general de la consultora Storaker, Silva y Asociados. Los tres son profesores en la Universidad y estarán a cargo de alguno de los seis programas de diplomado 2019 de Ingeniería Comercial.
Loreto liderará el Diplomado de Coaching Estratégico en Organizaciones; el segundo, el de Comunicación Estratégica en Empresas; y el tercero, el programa Prepárate para Liderar.
En su intervención “¿Estoy preparando a mi equipo para los cambios en la organización?”, Loreto Larraín explicó que esta época, considerada de la IV Revolución Industrial, ha generado una destrucción creativa, caracterizada por empleos que son reemplazados por inteligencia artificial, el aceleramiento en el desarrollo de productos y la rapidez en la toma de decisiones.
Frente a este escenario, si las organizaciones tradicionales no se transforman en entidades ágiles, están destinadas al fracaso. ¿Cómo hacerlo? “Necesitamos activar el poder creativo en los grupos de trabajo, fomentando las habilidades cognitivas avanzadas (resolver problemas), sociales (trabajo en equipo) y de adaptación a los cambios, y la capacidad de innovar”, señaló.
Sin embargo, el cambio exige primero la transformación de cada persona, de un ser reactivo a uno creativo. Luego, ese individuo puede empapar a su equipo y, más tarde, a la organización. El líder a cargo de esto requiere de habilidades de pensamiento y conducta, capacidad para enseñar a los demás a trabajar de una nueva forma, y la aptitud para diseñar y construir una cultura más ágil.
“Curiosidad, pasión por aprender, reflexión, cuestionamiento a través de nuevas preguntas, empatía, conexión, foco y sentido en lo que hacen, y creer el potencial de otros son las características de un buen líder”, enumeró Loreto.
Más tarde, Ricardo Leiva habló acerca de “Cómo comunicar en tiempos de crisis”, definiendo crisis como “un problema urgente que surge en forma abrupta o lenta, pero que debe ser enfrentado inmediatamente”.
En estos tiempos, dijo Leiva, las crisis son la nueva normalidad y mantener una buena reputación exige planificación y gestión, además del manejo estratégico de todos los stakeholders y de entender que todo lo que hacemos y no hacemos, comunica.
“La buena comunicación debe ser clara, completa, correcta, concisa, cierta, canalizada y cariñosa” resumió el conferencista, quien aconsejó a los participantes que “hoy en día necesitamos que nuestros clientes nos quieran”.
Christian Storaker, por su parte, estuvo a cargo de presentar “La falta de líderes: el gran desafío de la empresa”, en la que citó un estudio de Deloitte que señala que, pese a ser el liderazgo una característica muy requerida por el mercado, un 50% de diez mil entrevistados se autoevalúa deficiente en dicho aspecto, y solo el 7% de las compañías se consideran buenas en la preparación de este tipo de personas.
¿Cómo identificar a los líderes en la empresa? “Mirando y midiendo objetivamente el potencial de la persona y, en esto, abrirse a las aspiraciones personales por progresar, las habilidades para gestionar y guiar de manera eficaz, y el compromiso para alcanzar las metas profesionales”, afirmó Storaker. Asimismo, destacó que las organizaciones tienen que pedir compromiso a cambio de oportunidades, crear experiencias de desarrollo diferenciadas, y promover programas de desarrollo y apoyo a los empleados con alto potencial, evitando así los costos de transición.
Por último, entregó algunos consejos para iniciarse en la preparación de líderes. Entre otros, mencionó, “comenzar este encargo desde arriba; preguntarse ‘¿liderazgo para qué?’ y revisar la estrategia en este ámbito; formar líderes en todos los niveles (jóvenes y diversos); priorizar el desarrollo y la sucesión; trabajar en un modelo de competencias que incluya evaluación, desarrollo y coach; y fomentar la toma de riesgos y la experimentación”.