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Viernes 8 de Septiembre de 2023
La ceremonia del Acto Académico Aniversario contó con la clase magistral “Viaje al centro del estrés. Una travesía desde las neuronas hacia la salud de las personas” de la profesora Úrsula Wyneken. Además, durante ella se entregó el premio de Excelencia Docente y la medalla “20 años Universidad de los Andes”. Por su lado, el Rector hizo un llamado a profundizar y aumentar la investigación que se realiza en la Universidad.
Con la clase magistral “Viaje al centro del estrés. Una travesía desde las neuronas hacia la salud de las personas”, de la profesora Úrsula Wyneken Hempel de la Facultad de Medicina, la Universidad de los Andes realizó su Acto Académico Aniversario XXXIV, el que se celebró este viernes 8 de septiembre de manera presencial y fue presidido por el Rector José Antonio Guzmán.
En su exposición, la académica -quien es Magíster en Neurobiología y Ciencias de la Conducta y Doctora en Ciencias Biomédicas por la Universidad de Chile- compartió algunos de los hitos relevantes de la investigación que realizó junto a su equipo del laboratorio de Neurociencias de la UANDES en torno al estrés.
Repasando los conceptos fundamentales acerca del funcionamiento del cerebro humano, denominado sistema nervioso central, desde una perspectiva histórica, la profesora explicó el camino recorrido para llegar a estudiar los trastornos del ánimo gatillados por el estrés.
“Todo comenzó un día en 1998, cuando el Dr. Fernando Orrego Vicuña, investigador en Neurociencias, primer decano de la Facultad de Medicina e impulsor de la investigación biomédica en nuestra Universidad, entró al laboratorio exclamando: “¿Cómo actuarán los fármacos antidepresivos? ¿cuál es su mecanismo de acción?”. En base a eso, nos propusimos a trabajar en el tema”, cuenta.
Conoce aquí los descubrimientos realizados por el equipo de la profesora Wyneken que fueron pioneros y contribuyeron a abrir un campo a nivel mundial tratando de entender cómo el cerebro se comunica con el resto del cuerpo.
También en la ceremonia se entregó la quinta versión del Premio Excelencia Docente de la Universidad de los Andes, reconocimiento que se enmarca en la preocupación por situar a la docencia como pilar fundamental del quehacer formador universitario.
En esta ocasión, el premio recayó sobre los siguientes profesores:
También, se hizo entrega de la medalla “20 años Universidad de los Andes”, con la que la casa de estudios reconoce a aquellas personas que se han desempeñado por dos décadas en la Universidad, en trabajos docentes y/o administrativos.
Fueron reconocidos: Cristián Manuel Bravo Palma de la Facultad de Odontología, Daniela Alejandra Carreño Escobedo de la Facultad de Odontología, David Israel Kimber Camussetti de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Daniel Mansuy Huerta de la Facultad de Filosofía y Humanidades, y Manuel Hernán Tapia Muñoz de la Dirección de Operaciones.
El Rector José Antonio Guzmán inició su discurso agradeciendo el trabajo de la profesora Úrsula Wyneken, asegurando que “nos da pie para reflexionar sobre la investigación universitaria, aspecto esencial en la vida de nuestra querida institución”.
Así, señaló que “debemos reconocer que la Universidad ha experimentado una mejora significativa en los indicadores científicos en los últimos tiempos, lo cual se ha manifestado en la calidad y cantidad de libros y de artículos en revistas académicas, así como en proyectos de investigación con financiamiento público. Pero es necesario reconocer también que el resto del sistema universitario ha avanzado a la par. Por tanto, si queremos adquirir cada vez mayor peso e influencia intelectual, como nos exige nuestra misión institucional, es necesario seguir elevando los estándares de investigación de nuestros profesores”.
Para lograr ese objetivo, el Rector mencionó cinco elementos que hay que fortalecer: el claustro académico con la incorporación de 140 nuevos profesores; los programas de doctorado como herramienta formidable de creación intelectual y de impulso institucional; la colaboración interdisciplinaria y regional; y el desarrollo científico-tecnológico.
“Así podremos impulsar una transformación que vaya más allá de las aulas y laboratorios, para tocar la vida de todos”, concluyó.
Lee el discurso entero aquí.