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Martes 3 de Noviembre de 2020
Con este financiamiento, la Universidad realizará un plan de tres años para potenciar su infraestructura, currículo, docencia, calidad e internacionalización en torno a este formato.
La Universidad de los Andes se adjudicó un Fondo de Desarrollo Institucional que otorga el Ministerio de Educación tras presentar un plan que busca potenciar la educación a distancia en pre y postgrado, fortaleciendo la infraestructura, la tecnología, la oferta curricular y las capacidades pedagógicas de académicos y alumnos. El proyecto tendrá una duración de tres años y contará con un financiamiento de $380 millones.
Este plan fortalecerá las habilidades de la UANDES y sus capacidades docentes a distancia, ya sea en educación online, modelos híbridos, integración de software para clases presenciales, entre otras aristas.
En la propuesta, participó un equipo multidisciplinario compuesto por Rectoría, la Dirección de Planificación y Desarrollo, la Dirección de Desarrollo Docente, Dirección de Relaciones Internacionales, decanos y directores de unidades de apoyo.
“Estamos muy contentos con el potencial que tiene este proyecto, porque es una invitación a pensar cómo lograr una educación a distancia con el sello UANDES. Nos permitirá aprovechar mejor nuestra infraestructura, aumentar nuestras capacidades docentes y ofrecer educación a distancia de calidad como un complemento a la educación presencial, que sigue siendo insustituible en nuestro modelo educativo”, sostuvo el Rector José Antonio Guzmán.
Dentro de los hitos que considera este proyecto, se contemplan mejoras en infraestructura, correspondientes a 40 salas híbridas y 6 salas de grabación; modificaciones curriculares para evaluar cómo integrar la educación a distancia en programas de pre y postgrado; buenas prácticas en docencia para comprender cómo se entrega educación a distancia de calidad; analizar cuáles son los estándares y medir la calidad del trabajo realizado. Otro foco importante es la internacionalización, ya que al hacer educación a distancia se abren más posibilidades de intercambios virtuales, tanto de alumnos como de académicos.
“Esto es una consecuencia de lo que hemos vivido en la pandemia. El coronavirus nos ha demostrado que se puede hacer buena docencia de esta manera, al tiempo que nos ha enseñado qué nos falta y el potencial que tenemos. Este proyecto nos sirve porque nos permite revisar toda la experiencia que tenemos en el uso de plataformas para educación a distancia, y nos invita a repensar qué nos falta y qué posibilidades se nos abren”, agregó José Miguel Simian, Vicerrector Académico.
Adicionalmente surge la posibilidad de que el modelo sea replicable a otras instituciones de Educación Superior, y se vislumbra la conformación de una red de Educación Superior a distancia para hablar sobre los desafíos que propone este formato.