Un tercio de los chilenos participaría en estudios clínicos para desarrollar nuevos tratamientos médicos

Con solo una muestra de sangre, o con la ingesta de un fármaco o aplicación de un tratamiento, las personas podrían ayudar a desarrollar la cura a una enfermedad. Según el Estudio de Opinión sobre los Ensayos Clínicos en Chile, elaborado por el Centro Basal IMPACT de nuestra casa de estudios, un 89% de los encuestados cree que es muy importante y extremadamente importante la realización de ensayos clínicos y a medida que aumenta la edad de quienes participaron en el estudio, sube el porcentaje de quienes opinan que este tema es muy relevante (27% entre 18 y 34 años; 36% de quienes respondieron la encuesta entre 35 a 54 años y 44% de quienes tienen 55 años y más). En la estratificación de las respuestas por Grupos Socio Económico (GSE), el 69% del grupo ABC1 cree que es extremadamente importante la realización de este tipo de estudios y un 41% del grupo E afirma que son muy importantes.

“Los ensayos clínicos nos entregan información valedera sobre la eficacia y riesgos de un determinado tratamiento. Por esa razón son un componente principal del desarrollo del conocimiento médico. Contrario a lo que muchas personas puedan pensar, no todos los ensayos son intervencionales, que es cuando las personas reciben un nuevo fármaco o terapia. Hay estudios que son observacionales, donde basta, por ejemplo, dar una muestra de sangre. Esto ya es una gran ayuda para el avance de la ciencia”, explica Fernando Figueroa, médico, académico de la Facultad de Medicina y coordinador del pilar clínico del Centro Basal IMPACT. Actualmente este centro está realizando ensayos clínicos en diversas áreas, entre ellas, un prototipo para diagnosticar con precisión el trastorno bipolar; un diagnóstico temprano de demencia senil; descubrimiento de biomarcadores antes de que se establezca el embarazo y salud placentaria en niños con trisomía 21, entre otros.

“Existen numerosas ventajas para el paciente, más allá del beneficio social. Es usual que los participantes accedan al mejor nivel de atención disponible para su enfermedad y, por otra parte, el equipo médico a cargo de un estudio se hace cada vez más experto en la condición de que se trata, mejorando significativamente su manejo”, agrega Figueroa.

Este estudio analizó una muestra de 1.216 personas, desde Arica a Punta Arenas, hombres y mujeres mayores de 18 años, de los cinco GSE. Ante la pregunta ¿Qué afirmación describe mejor su opinión sobre los ensayos clínicos?  Un 51% de los encuestados de la Zona Sur y un 44% de la Zona Norte opina que los ensayos clínicos promueven el avance científico en el tratamiento de enfermedades. Frente al enunciado ¿Consideraría participar en un ensayo clínico? un 27% de los encuestados de la Zona Sur de nuestro país y un 24% de quienes pertenecen a la Zona Norte afirman que sí serían parte de un ensayo clínico.

En el estudio también se preguntó, en el caso de que un familiar cercano estuviese afectado por una enfermedad grave, ¿consideraría que participe en un ensayo clínico de una terapia experimental?, donde un 60% afirmó que posiblemente participaría, con la debida información y asesoramiento. Un 32% sí participaría definitivamente y un 9% no participaría bajo ningún motivo.

Ante la interrogante: ¿Qué factor es el que más influenciaría en su decisión de participar o no en un ensayo clínico? un 42% de los chilenos elige los potenciales riesgos y beneficios para su salud, un 22% opta por la claridad de la información para tomar una decisión informada y un 16%, por el propósito de la investigación clínica.

“En la actualidad existen muchas fuentes de información. Lamentablemente, no todas son precisas ni entregan datos confiables. Lo hemos visto en el último tiempo con el cuestionamiento a las vacunas. Como IMPACT UANDES estamos orientados a acercar los avances de la ciencia a la práctica clínica, logrando que estos beneficios alcancen cuanto antes a los pacientes. Sin embargo, este avance requiere de la participación de las personas, y sabemos que ellas necesitan información exacta para tomar decisiones sobre su salud y, sobre todo, para participar en este tipo de estudios. Hay mucho trabajo que hacer en este tema y nosotros estamos comprometidos en avanzar hacia una sociedad más informada”, detalla el académico de la Facultad de Medicina.

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