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Miércoles 13 de Noviembre de 2019
Desde que aquellas primeras Jornadas Chilenas de Derecho Penal y Ciencias Penales, que en 2004 fueron organidas por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, se ha consolidado en la única instancia de reunión anual nacional para debatir los asuntos más relevantes atingentes al área. En estas, se abordan temas sustantivos y procedimentales relativos al delito y a la pena, tanto generales como especiales, al igual que cuestiones fundamentales de ciencias afines, como criminología, derecho penitenciario, política criminal, entre otros.
En esta última versión, organizada por el departamento de Derecho penal de la Universidad de los Andes, el catedrático y vicerrector de ordenanza académica de la Universidad de Navarra, Pablo Sánchez-Ostiz, dictó la conferencia“La doctrina clásica de la imputación y las teorías del delito: ¿compatibilidad?”, a la comunidad académica y universitaria. Sanchez-Ostiz destacó la importancia de la teoría clásica imputación. Pues bien, hay diversas fases que debemos considerar en la imputación, que hacen que sea posible estar en presencia de un hecho o factum para dar lugar a la valoración de este conforme a una norma permisiva, prohibitiva o prescriptiva. Ello, con el objeto de definir, en el plano de la imputación jurídica, si el sujeto decidió no ajustar su comportamiento a la norma. Así las cosas, según el catedrático, también se necesita una comprensión más acabada del concepto de persona para comprender cómo la imputación se inserta en una tradición de larga data aristotélico-tomista. De ahí que la evolución conceptual de la imputación sea fundamental en la actualidad penal.
También las jornadas contaron con la participación del destacado penalista norteamericano Michael S. Moore. El académico dictó una conferencia sobre la comprensión de causalidad en la dogmática anglosajona, sin descuidar las tendencias y las perspectivas actuales de la problemática en la jurisprudencia.
En su clase magistral también señaló la importancia de una adecuada comprensión del concepto de acción en términos analíticos y la relevancia del principio del doble efecto en materia penal en casos de estado de necesidad.
Estos elementos fueron destacados con énfasis dentro de un marco conceptual que desplegó el interés de la audiencia familiarizada con la tradición dogmático-alemana. Por último, debemos destacar también dentro de las actividades de las jornadas la clase del profesor Christoph Burchard sobre“Inteligencia artificial y el fin del Derecho penal humano”. El profesor entregó un interesante análisis de los desafíos que presentan las nuevas tecnologías a las categorías tradicionales de la dogmática penal.
El arte también estuvo presente en estas Jornadas de la mano del alumni de Derecho, Gonzalo Miralles, quien con su obra plasmó desde una perspectiva artística y visual la triste realidad de la cárcel como un eventual resultado de los procesos relacionados al derecho penal, que convoca a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad.
Esto a través de una instalación utilizando una técnica denominada SHOEFITI el que en palabras del artista “se trata de un movimiento llamado así por el juego de palabras “shoe” o zapato en español y grafiti, que simbolizan la delimitación de los territorios entre bandas de delincuentes rivales.” A través de este lenguaje se pretende representar la delimitación de la frontera de la marginalidad, consecuencia de la pobreza y la exclusión social que incitan a la infracción de la norma penal.
Así la instalación puso en manifiesto en una serie de franjas blancas del piso del edificio de Biblioteca cifras relacionadas a la realidad de la población penal de nuestro país. Esto con el objetivo de provocar empatía con el origen causal del fenómeno de la delincuencia.